¡NO PODÍA FALTAR EN ESTE BLOG!!
NADA NOS DEFINE TAN BIEN CON TAN POCAS PALABRAS...
Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión y le dijo: —Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río? Podrías llevarme en tu espalda… —¿Que te lleve en mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo en mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no podrá ser. —No seas tonta —le respondió entonces el escorpión—. ¿No ves que si te pico con mi aguijón, te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?.Moriríamos los dos!
La rana, convencida por la lógica implacable del escorpión, le dijo:—Está bien, me convenciste y te voy a ayudar a cruzar el río. El escorpión se colocó sobre la resbaladiza espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Todo iba muy bien, la rana nadaba con soltura y poco a poco fue perdiendo el miedo y la precaución por aquel animal que llevaba sobre su cuerpo.
Ya llegando a la mitad del río, se presentó un remolino.La rana, nadando y moviéndose hábilmente lo sorteó, pero al hacerlo sus movimientos se hicieron más bruscos e intensos, y su espalda se contraía y descontraía frenéticamente debido al movimiento de sus patas…
Fue entonces que la rana sintió el aguijón del escorpión hundiéndose en su espalda, y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, con sus últimas fuerzas le dijo: —No entiendo nada… ¿Por qué lo hiciste? Vos también vas a morir!. El escorpión la miró y le respondió:
La rana, convencida por la lógica implacable del escorpión, le dijo:—Está bien, me convenciste y te voy a ayudar a cruzar el río. El escorpión se colocó sobre la resbaladiza espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Todo iba muy bien, la rana nadaba con soltura y poco a poco fue perdiendo el miedo y la precaución por aquel animal que llevaba sobre su cuerpo.
Ya llegando a la mitad del río, se presentó un remolino.La rana, nadando y moviéndose hábilmente lo sorteó, pero al hacerlo sus movimientos se hicieron más bruscos e intensos, y su espalda se contraía y descontraía frenéticamente debido al movimiento de sus patas…
Fue entonces que la rana sintió el aguijón del escorpión hundiéndose en su espalda, y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, con sus últimas fuerzas le dijo: —No entiendo nada… ¿Por qué lo hiciste? Vos también vas a morir!. El escorpión la miró y le respondió:
—Lo siento ranita. No lo pude evitar. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza. Y dicho esto, desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.
Moraleja: No te engañes a ti mismo ni a nadie. Uno siempre es lo que es, a pesar de las circunstancias.
Moraleja: No te engañes a ti mismo ni a nadie. Uno siempre es lo que es, a pesar de las circunstancias.
4 comentarios:
Con esta rana y este escorpión...lo "raro" empezó bajo el agua....
:oP
Te amo.
aaaaaaayyyyyyyy me mori!!! .........de amor =)=)
Sencillamente Yop
jajaja era Sencillamente La Go jajaja
Alan es Alan.
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