Los millones de murciélagos que sucumben a una infección fúngica letal deja enormes agujeros ecológicos a su paso: los principales depredadores de los insectos están desapareciendo, , y la flora y fauna de las cuevas que dependen de los murciélagos también están en peligro de derrumbarse.
Pero la investigación sobre las respuestas inmunes de los animales podría tener un aspecto positivo, como analizaremos en este post y en otro más arriba.
En este caso, podría ayudar a los pacientes víctimas del SIDA, ya que los biólogos piensan que el síndrome de la nariz blanca mata a los murciélagos cubriendo sus rostros y sus alas con un hongo que les provoca picazón, haciendo que despiertan de la hibernación y quemen sus preciosas sreservas de grasa, dañando además las sensibles membranas de las alas, perjudicando su capacidad de volar ( ver foto abajo ), en un proceso que todavía no está totalmente entendido.
El sistema inmunológico de los murciélagos trata de luchar contra el hongo, desatando un proceso llamado síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria o SIRI, que nunca antes se había visto en la naturaleza, y sólo se había observado en pacientes con SIDA, donde también el sistema inmunológico se dispara a toda marcha después de que las drogas antirretrovirales suprimen la infección por VIH y restauran la salud.
El sistema inmunitario trata de luchar contra cualquier infección subyacente, y en los murciélagos, esto sucede después de que los animales despiertan de su letargo invernal, período durante el cual el sistema inmune se suprime, lo que permite al hongo Geomyces destructans colonizar su piel.
En ambos casos, ( humanos y murciélagos ), el sistema inmunitario se despierta fuera de control y ataca todo, células infectadas e incluso tejidos sanos.
Carol Meteyer, investigadora del Servicio Geológico de EE.UU.( ver foto arriba ), opinó en un reportaje concedido al diario The Washington Post respecto al fenómeno en los murciélagos: "Es un suicidio celular.El sistema inmune dispara una ola enorme, matando todo a su paso".
Ahora, ella y sus colegas de los Institutos Nacionales de Salud están estudiando la similitud entre los sistemas inmunes humano y murciélago, para aprender más sobre cómo funciona el IRIS a en las personas.
La hipótesis se publicó el mes pasado en la revista virulencia Virulence.
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