Un explosivo libro recientemente publicado ha revelado que el ex presidente de los EE.UU. John F. Kenendy tuvo relaciones sexuales con una becaria de la Casa Blanca en una sala lateral de la misma, a pocos metros de donde personal de la administración estaba bebiendo en una fiesta después del trabajo.
Mimi Alford, ahora una abuela de 69 años de edad, relató que en ese entonces contaba con 19 años y era vírgen, y que el romance duró 18 meses.
También relata que Kennedy le hizo mantener relaciones sexuales con un amigo mientras él miraba, y que la indujo a aspirar una droga vaso-dilatadora compuesta por nitritos de alquilo, nitrito de amilo y nitrito de butilo popularmente conocida como “popper”, asegurándole que mejoraría su vida sexual.
Asegura además que el ex presidente nunca la besó y que sólo podían encontrarse esporádicamente.
El libro de Alford 'Once Upon a Secret: Mi Affaire con el presidente John F. Kennedy y sus consecuencias' cuenta la historia de cuando la joven procedente de New Jersey consiguió un trabajo en la oficina de prensa de la casa de gobierno y apenas cuatro días después de ingresada fue invitada a la piscina de la Casa Blanca, donde intercambió breves palabras con Kennedy, quien realizaba ejercicios acuáticos para aliviar su crónico dolor de espalda.
Más tarde ese mismo día, fue invitada por su mejor amigo, Dave Powers, y, según informó el periódico The New York Post, después de beber varios cócteles Kennedy se la llevó “a dar un paseo privado” que culminó en el borde de su cama donde tuvieron relaciones sexuales.
Después, ella afirma que Kennedy le sonrió, le señaló dónde quedaba el baño y volvió a la sala West.
"Yo estaba en shock pero él actuaba como si lo que acababa de ocurrir fuera la cosa más natural del mundo".
"Me sentía deseada por el hombre más famoso y poderoso de los Estados Unidos y eso amplificaba mis sentimientos haciendo imposible cualquier resistencia."
La Alford relata que era vírgen, pero que lo negó ante el ex presidente y que reotrnó a la piscina la semana siguiente reiniciando la aventura.
Alford describe a Kennedy como "seductor, lúdico,variado y divertido" y afirma haber pasado varias noches junto a él.
Pero también relata complicaciones de la relación, como cuando se la obligaba a quedarse largas horas esperando en un hotel hasta que él la llame, o cuando se vio forzada a aspirar “popper”, durante una fiesta celebrada en Hollywood en el rancho que Bing Crosby tenía en el desierto.
Kennedy también le pidió que "cuidara de su amigo Dave que parecía un poco tenso ", teniendo sexo oral con Powers mientras él observaba.
En algún momento de la relación, Mimi Alford relata que creyó erróneamente estar embarazada del ex presidente, y cuenta también que se acercó a ella buscando consuelo tras la muerte de su hijo recién nacido, Patrick Bouvier Kennedy.
Durante la crisis de los misiles en Cuba, en octubre 1962, que llevó a los EE.UU. y a la URSS al borde de un enfrentamiento nuclear, Alford cuenta que Kennedy le dijo: “prefiero a mis hijos rojos que muertos".
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