Los científicos genétistas crearon estas monstruosas hormigas de enormes cabezas y mandíbulas pesadillescas mediante la activación de genes ancestrales ( que de alguna forma nos recuerda a la manipulación que detona el comienzo de la película Jurassic Park ) a la vez que reportaron que son capaces de producir estas hormigas gigantescas a voluntad inyectando a las larvas de hormigas normales una hormona especial.
Este supersoldado, que también puede generarse espontáneamente en la naturaleza, aunque muy aisladamente, utiliza su enorme cabeza para bloquear la entrada del hormiguero y atacar a cualquier enemigo que se acerque demasiado.
Los científicos demostraron que las hormigas ordinarias de la especie Pheidole Morrisi contienen todas las herramientas genéticas necesarias para la monstruosa conversión y sólo necesitan un empujón hormonal.
La investigación se publicó hoy en la revista Science.
Uno de los directores del experimento es el Dr. Rajendhran Rajakumar, de la Universidad McGill, de Canadá, quien ha producido junto a sus colegas esta nueva subcasta en la especie mediante la manipulación de un potencial genético prehistórico que se mantenía en estado latente desde hace unos 35 a 60 millones de años.
Los resultados sugieren que la manipulación genética de herramientas de desarrollo ancestral puede jugar un papel importante en la evolución de nuevos rasgos físicos, según los investigadores, aunque en este caso estaríamos hablando en realidad de involución, puesto que se retrotrae los mismos hacia su milenario estado original, cuando el gigantismo era común en La Tierra.
La investigación se publicó hoy en la revista Science.
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