Un grupo de científicos ha creado una nueva cepa de gripe aviar capaz de crear una pandemia mundial.
El mortal virus es una versión genéticamente modificada de la cepa de la gripe aviar H5N1, pero es mucho más contagiosa y puede propagarse fácilmente entre millones de personas a la vez.
La controversial investigación ha provocado una tormenta de críticas entre la propia comunidad científica, donde algunos opinan que el experimento nunca debería haberse llevado a cabo.
La cepa actual del virus H5N1 no es contagiosa como para causar una epidemia global, pero el virus modificado en laboratorio es tan peligroso que podría matar a millones y ser utilizado para la guerra biológica.
Ron Fouchier es un virólogo del Centro Médico Erasmus en los Países Bajos que lidera el equipo de científicos que descubrieron que introduciendo sólo cinco mutaciones en el virus aviar eran suficientes para que se extendiera mucho más fácilmente, conforme resultaron las pruebas realizadas en hurones, por tener éstos sus vías respiratorias similares a las humanas.
Fouchier, que ha admitido que la cepa es una de las más peligrosas que jamás se han creado en laboratorio, se ha mostrado firme en su intención de publicar el hallazgo explicando cómo hicieron para lograrlo, y consecuentemente se ha preparado para una tormenta mediática con un asesor que le ayudara a trabajar en una estrategia de comunicación con la prensa ( aducirá el derecho inalienable que tienen todos y cada uno de los integrantes de la comunidad científica de compartir sus descubrimientos con el resto de los investigadores del mundo ).
La investigación realizada forma parte de una campaña internacional para comprender más plenamente al H5N1.
El estudio podría aportar beneficios potenciales para la salud pública, pero al mismo tiempo, también crear potenciales peligros, al resultar útil para las células bio-terroristas.
Para colmo, éste no ha sido el único grupo que ha encontrado el camino para esta creación: otro trabajo realizado sobre el H5N1 que se llevó a cabo por un equipo conjunto de la Universidad de Wisconsin y la Universidad de Tokio, obtuvo resultados comparables a los de Fouchier y su grupo.
Ambos documentos están siendo revisados por el Consejo Nacional Consultivo de Ciencias de Bioseguridad (NSABB) de los EE.UU., que si bien no tiene el poder para evitar la publicación, podría pedir a las revistas, que no lo hagan.
Paul Keim, director de NSABB, dijo: "No puedo imaginar otro organismo patógeno tan difícil como éste. No creo que el ántrax sea tan complicado comparado con esto."
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