El caso de Adrian Schoolcraft, sin duda, lleva a múltiples reflexiones, y seguramente él habrá sido uno de los que más irónicas conclusiones sacó de la situación.
Para Adrian, un contundente resúmen de lo que le tocó protagonizar sería: Si te atreves a decir la verdad, estás completamente loco ( y siendo policía, además corres el riesgo de terminar preso ).
Y así es como ocurrió en esta historia que tal vez, en una primer liviana lectura, puede sorprender o implantar la tendencia a acusar a un sistema específico de un país específico ( en este caso Estados Unidos ), pero que, a nuestra manera de ver, está tan globalizado como el planeta mismo.
Schoolcraft ( cuyo apellido también es paradójicamente anecdótico, porque significa "choque o golpe de escuela" y lo que le ocurrió seguramente derrumbó todo lo que le fue enseñado en el colegio ) es un oficial del Departamento de Policía de Nueva York que cometió la ingenuidad de creer que todavía se vivía bajo las normas que a él le habían inculcado, y denunció ante un cuerpo de investigación interna del NYPD más de una docena de infracciones y delitos cometidos en su comisaría.
La respuesta a sus denuncias no se hizo esperar, pero nó para los corruptos e infractores, que continuaron como si nada, sinó para él: sus oficiales superiores ( quienes supuestamente no deberían haber tenido conocimiento de sus denuncias ) lo internaron, contra su voluntad, en un hospital psiquiátrico de Jamaica durante seis días y lo acusaron de delitos administrativos.
La historia, que ocurrió en 2009, fue descubierta por el periódico neyorquino The Village Voice, que al lograr el acceso al informe elaborado por la propia Policía de Nueva York, confirmó una por una todas las acusaciones de Shcoolcraft, reconocido por la propia policía que sabía perfectamente que las denuncias contra la Comisaría 81 de Brooklyn, eran auténticas ( pero puso preso al denunciante ): manipulación de estadísticas para ocultar crímenes serios, denuncias de asaltos y robos no ingresados al sistema o hechos pasar por delitos menos graves, y arrestos sin razón de personas inocentes sólo para aumentar el volúmen de los mismos y llevarse un crédito manipulado y sin esfuerzo.
Revisado el caso, unos 45 empleados fueron interrogados y centenares de documentos re-examinados y los resultados revelaron la contradicción marcada por Schoolcraft entre la realidad y las estadísticas "dibujadas" oficialmente para complacer a un sistema igualmente falaz que sólo pide y reacciona ante números.
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