Toneladas de papel, litros de tinta y millones de petabytes se han escrito sobre una supuesta especie llamada "los reptilianos", relacionándosela incluso con experimentos genéticos entre homínidos terrestres y su raza, de cuya mezcla de ADN habría surgido el homo sapiens.
Videojuegos, series de televisión, películas, libros y toda bibliografía imaginable ha inundado nuestra cultura moderna al respecto, pero además existen innumerables testimonios ancestrales que sugieren la convivencia de esta especie con la nuestra en el pasado remoto y sobre este mismo planeta.
Yendo a ambientes más conspiranoicos, se ha especulado con su permanente presencia en la Tierra ( creencia muy bien reflejada en la serie "V" Invasión Extraterrestre ) y su participación en ocultas y poderosas organizaciones secretas que detentan el verdadero poder mundial, habitando bases intraterrenas o subacuáticas.
Ahora las sugerencias de un químico norteamericano podría borrar la sonrisa socarrona de muchos: Ronald Breslow acaba de sugerir que formas de vida basadas en aminoácidos y azúcares sólo ligeramente diferentes podrían adoptar la forma de grandes dinosaurios dotados de una inteligencia y tecnología similares a las humanas: un pequeño "pellizco" en los aminoácidos triptófanos produciría vida evolucionada de formas completamente diferentes a la nuestra en muchos otros planetas.
"Mundos enteros con formas de vida basadas en aminoácidos y azúcares en los cuales los mamíferos no hayan tenido la oportunidad de ejercer la supremacía podrían estar dominados por gigantescos reptiles carnívoros extremadamente inteligentes y tecnológicos" aseguró Breslow, quien se apresuró a aclarar que especular sobre esta posibilidad no implica que realmente sea así, ya que nada garantiza que en el resto del universo la vida se organice sobre las mismas bases.
En su investigación sobre el porqué de las arquitecturas del ADN, ARN, aminoácidos y azúcares en nuestro planeta, el científico analizó que hay dos posibles orientaciones para los aminoácidos y azúcares de las proteínas: izquierda o derecha, y con la excepción de algunas bacterias, en la Tierra todos los aminoácidos están orientados hacia la izquierda, mientras los azúcares lo están hacia la derecha.
Este predominio llamado quiral se habría establecido a partir de una geometría genética, que hasta ahora se considera provino de meteoritos que impactaron sobre una Tierra hasta entonces inerte y sin vida.
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