viernes, 20 de mayo de 2011

JAPÓN: FUDAI TIENE UN NUEVO HÉROE: WAMURA KOTAKU

Wamura Kotaku no pudo verlo desde este tiempo y esta dimensión ( falleció en 1997 a los 88 años ) , pero es indudable que sí lo hizo desde la genialidad de su mente preclara: en 1933 le tocó vivir el drama de un tsunami, según relata él mismo en su libro “40 Años de Lucha Contra la Pobreza”:
“Cuando vi los cadáveres semienterrados entre montones de tierra, me quedé sin palabras, y juré que jamás nos volvería a suceder”- afirmó.
Wamura llegó con el tiempo a ser alcalde de su ciudad natal, a la cual había visto agonizar en su juventud, y, fiel y firme a su promesa, apenas asumió inició la construcción de un mega-dique capaz de soportar un tsunami gigantesco como el que él había padecido, y le otorgó máxima prioridad durante las cuatro décadas de su gestión.
La estructura de hormigón de 205 metros tardó 12 años en construírse, y se completó tres años antes de la muerte de Wamura, a un costo final de casi 30 millones de dólares.
El pago de la factura la dividieron entre la ciudad y el gobierno central, en el marco de un plan de obras públicas de posguerra.
La construcción del enorme dique fue duramente criticado durante su construcción por sus medidas “exageradas” y sus estructuras ultra-reforzadas como un derroche de recursos al estar levantando una estructura de casi el doble de tamaño “de lo que podría alguna vez ser necesario”.
Pero hoy, la ciudad de Fudai recuerda emocionada a su ex alcalde como su salvador: al idear y autorizar esta faraónica construcción, Wamura Kotaku salvó a su pueblo y a todos sus habitantes de la destrucción y la muerte del tsunami del 11 de marzo.
Rodeada por escombros, Fudai es ahora la única ciudad de la zona que conserva sus edificios completamente intactos, y no reporta víctimas como consecuencia del desastre natural.
Los 3 mil residentes deben sus vidas a Wamura y su promesa de defender su pueblo de este tipo de catástrofes para no tener que padecerlas nunca más.
La gigantesca puerta y el dique ( ambos de igual altura ) soportaron estoicamente el embate de las gigantescas olas que hicieran desaparecer tantos otr0s pueblos y todos han salido ilesos de la catástrofe casi sin siquiera salpicarse.
El actual alcalde de Fudai, Hiroshi Fukawatari, relató: “ Pude ver con mis propios ojos cómo la compuerta y el dique soportaban firmes, fue verdaderamente impresionante”
Las ciudades ubicadas tanto al norte como al sur de Fudai también contaban con defensas y diques, pero desgraciadamente ninguna otra demostró ser rival para el tsunami.
Luego del maremoto, los operadores del dique cerraron sin dificultad sus compuertas principales , aunque los bomberos tuvieron que intervenir manualmente en uno de los paneles más pequeños que se había atascado.
El tsunami arrastró todo a su paso, dejando sólo escombros y árboles arrancados de raíz, pero detrás de la compuerta, el pueblo quedó intacto.
La escuela primaria, que está ubicada muy cerca del dique, se vé idéntica a como se veía el 10 de marzo, incluyendo su campo de béisbol en el cual se podría jugar un partido hoy mismo.
El único lugar de Fudai que resultó afectado gravemente fue su puerto, donde el tsunami sí pudo destruír libremente barcos, equipos y almacenes.
Al dejar su cargo, tres años después de terminado el dique, Wamura Kotaku, dijo en su inolvidable discurso de despedida:
"Mi humilde legado es que siempre he tenido la convicción suficiente para terminar lo que una vez me propuse comenzar, aún teniendo que enfrentarme con las más duras oposiciones. Estoy convencido que, al final, la gente lo comprenderá. "
Tres mil almas deben hoy sus vidas a la “locura” de un gran hombre, que seguramente sonreirá desde algún recóndito lugar del universo al ver sus edificios y su gente tan erguidos como siempre.

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