La ballena pigmea, pariente de las ballenas barbadas, se consideraba extinguida hace millones de años por la ciencia ortodoxa, y era muy poco lo que se conocía de la especie.
Sin embargo, la realidad trajo una enorme evidencia del error hasta las costas de Nueva Zelanda, donde encalló un especímen , según informa la revista científica 'Proceedings of the Royal Society'.
El fósil viviente mide unos 6,5 metros y será objeto de extensos estudios por parte de los paleontólogos, incluyendo meticulosos análisis de ADN para confirmar su linaje.
Sin embargo, la realidad trajo una enorme evidencia del error hasta las costas de Nueva Zelanda, donde encalló un especímen , según informa la revista científica 'Proceedings of the Royal Society'.
El fósil viviente mide unos 6,5 metros y será objeto de extensos estudios por parte de los paleontólogos, incluyendo meticulosos análisis de ADN para confirmar su linaje.
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