Desoyendo las advertencias internacionales, Corea del Norte lanzó su cohete de largo alcanzo en un acto considerado como altamente provocativo por Washington y condenado por Rusia y el resto de la comunidad mundial.
El lanzamiento viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que instó a la República Popular Democrática de Corea a no realizar nuevas acciones violatorias.
Asimismo, el Consejo dijo que espera que otras partes se abstengan de dar pasos que puedan empeorar la situación y crear nuevos obstáculos para la reanudación del proceso de negociaciones como el mejor formato para solucionar el problema nuclear y otros problemas de la península de Corea.
El portavoz del Consejo de Seguridad nacional de EE.UU., Tommy Vietor dijo al respecto que “La comunidad internacional debe enviar a Corea del Norte una clara señal sobre que la violación de las resoluciones de la ONU conlleva ciertas consecuencias”.
La Unión Europea y la OTAN también condenaron el lanzamiento.
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