Sosan, de 23 años, decidió abordar este estilo musical muy mal visto en su país, como la mejor manera de contar su historia, y denunciar temas oscuros pero omnipresentes en su país, como la represión y el maltrato a las mujeres, el éxodo obligado de su familia a Irán durante la guerra civil afgana de 1990 donde eran mirados con desdén por ser refugiados y obligados a hacer trabajos denigrantes, y su desacuerdo con la línea dura del régimen taliban que actualmente se encuentra en el poder.
Firooz, que también se ha desempeñado como actriz en varias telenovelas locales, presenta ahora su primer single donde habla de todos estos temas, que por el momento sólo se ha publicado en YouTube, en un video que la muestra con un look muy rapero, con cadenas, pulseras, pañuelo con calavera, pantalones vaqueros y su pelo nó completamente cubierto, una rareza entre las mujeres afganas, que en general llevan colocadas las tradicionales burkas azules.
Sus presentaciones en vivo están restringidas por las prohibiciones de interacción social entre hombres y mujeres, y los músicos deben tocar un día para un público exclusivamente femenino y sólo para varones en otro.
Firooz y su familia también debieron buscar refugio en Pakistán y consiguieron regresar a su país hace tan sólo siete años, y ahora viven en una casa de adobe en un barrio pobre en el norte de Kabul.
Su padre, Abdul Ghafar Firooz, ha dejado su trabajo en el departamento eléctrico del gobierno para acompañar y proteger a su hija cada vez que sale de su casa, convirtiéndose en su guardaespaldas día y noche, mientras su madre realiza labores humanitarias en zonas remotas del sur de Afganistán.
Hay unos pocos raperos hombres en Afganistán, como Bejan Zafarmal - DJ Besho - pero Sosan es la primer mujer que aborda el estilo.
Usa una computadora vieja para escribir música, y un teclado electrónico que le regaló uno de sus seguidores.
No tiene el dinero para hacer un CD o un video musical más elaborado, pero está decidida a seguir adelante.
Firooz, que también se ha desempeñado como actriz en varias telenovelas locales, presenta ahora su primer single donde habla de todos estos temas, que por el momento sólo se ha publicado en YouTube, en un video que la muestra con un look muy rapero, con cadenas, pulseras, pañuelo con calavera, pantalones vaqueros y su pelo nó completamente cubierto, una rareza entre las mujeres afganas, que en general llevan colocadas las tradicionales burkas azules.
Sus presentaciones en vivo están restringidas por las prohibiciones de interacción social entre hombres y mujeres, y los músicos deben tocar un día para un público exclusivamente femenino y sólo para varones en otro.
Firooz y su familia también debieron buscar refugio en Pakistán y consiguieron regresar a su país hace tan sólo siete años, y ahora viven en una casa de adobe en un barrio pobre en el norte de Kabul.
Su padre, Abdul Ghafar Firooz, ha dejado su trabajo en el departamento eléctrico del gobierno para acompañar y proteger a su hija cada vez que sale de su casa, convirtiéndose en su guardaespaldas día y noche, mientras su madre realiza labores humanitarias en zonas remotas del sur de Afganistán.
Hay unos pocos raperos hombres en Afganistán, como Bejan Zafarmal - DJ Besho - pero Sosan es la primer mujer que aborda el estilo.
Usa una computadora vieja para escribir música, y un teclado electrónico que le regaló uno de sus seguidores.
No tiene el dinero para hacer un CD o un video musical más elaborado, pero está decidida a seguir adelante.
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