La famosa escena de la película Robocop 2 en la cual un robot militar se descontrola por un fallo de software y comienza a disparar a mansalva contra todas las personas que se habían reunido a presenciar la exhibición, ya se ha quedado corta, si se la compara con la realidad, aunque obviamente este hecho trata de ocultarse o minimizarse.
Según un informe elaborado por las universidades de Stanford y Nueva York, en los Estados Unidos, los "asesinatos selectivos" realizados por drones y supervisados por la CIA están causando una enorme cantidad de muertes civiles e incluso entre los propios miembros de los equipos estadounidenses confundidos con insurgentes.
En Paquistán, los niños en el noroeste del país temen ir a las escuelas, mientras que los adultos procuran no acudir a bodas y funerales, tal es el número de víctimas inocentes que desde 2004 alcanzaron cifras de entre 470 y 880 diviles, incluídos 176 niños.
El documento recuerda algunos episodios como el ataque con drones del 17 de marzo de 2011, cuando unas 42 personas, según el gobierno de EE.UU. todos insurgentes, resultaron muertas, pero que según sondeos y entrevistas realizadas entre la población, eran en su mayoría ancianos, civiles y miembros de la policía local y sólo cuatro pertenecían al movimiento talibán.
clive stafford
El estudio fue publicado por la organización de derechos humanos Reprieve, quienes sostienen que “el porcentaje de asesinatos de insurgentes de alto rango es extremadamente bajo, sólo del 2% de los muertos”.y recuerdan que hasta ahora las autoridades estadounidenses no han revelado bajo qué criterios y factores los militares determinan que una persona es ‘delincuente’ o insurgente a la hora de ser considerado objetivo de los drones.
Los vehículos aéreos no tripulados fueron diseñados originalmente para cumplir con misiones de inteligencia y vigilancia, y cuando se aplican para emprender un ataque aéreo directo, el nivel de imprecisión que tienen no puede garantizar la seguridad de los civiles.
Según un informe elaborado por las universidades de Stanford y Nueva York, en los Estados Unidos, los "asesinatos selectivos" realizados por drones y supervisados por la CIA están causando una enorme cantidad de muertes civiles e incluso entre los propios miembros de los equipos estadounidenses confundidos con insurgentes.
En Paquistán, los niños en el noroeste del país temen ir a las escuelas, mientras que los adultos procuran no acudir a bodas y funerales, tal es el número de víctimas inocentes que desde 2004 alcanzaron cifras de entre 470 y 880 diviles, incluídos 176 niños.
El documento recuerda algunos episodios como el ataque con drones del 17 de marzo de 2011, cuando unas 42 personas, según el gobierno de EE.UU. todos insurgentes, resultaron muertas, pero que según sondeos y entrevistas realizadas entre la población, eran en su mayoría ancianos, civiles y miembros de la policía local y sólo cuatro pertenecían al movimiento talibán.
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Los vehículos aéreos no tripulados fueron diseñados originalmente para cumplir con misiones de inteligencia y vigilancia, y cuando se aplican para emprender un ataque aéreo directo, el nivel de imprecisión que tienen no puede garantizar la seguridad de los civiles.
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