Sin embargo, la NASA ha confirmado que pese a su potencia, no causará daños en la Tierra ya que no lleva dirección hacia nuestro planeta, al originarse sobre el lado izquierdo del Sol.
La intensa explosión ocurrió el martes 23 de octubre y tuvo una potencia X 1.8, donde X significa la mayor intensidad en la escala que usan los científicos.
La intensa explosión ocurrió el martes 23 de octubre y tuvo una potencia X 1.8, donde X significa la mayor intensidad en la escala que usan los científicos.
La llamarada tampoco provocó eyección de masa coronaria (CME), una formación de partículas cargadas y radiación, que suele afectar a satélites y redes eléctricas.
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