Se trata de un diseño que ciertamente acaparará la atención en la ciudad: unos diseñadores alemanes han creado esta extraña bicicleta sin pedales en la cual los corredores están atados a un arnés y se mueven caminando o corriendo.
Llamado The Fliz ( un derivado de la palabra alemana iflitzení que significa exceso de velocidad ), esta nueva y extraña bicicleta requiere de la participación activa del usuario para aumentar la velocidad.
Luego de impulsarla, se levantan las piernas y se colocan en unos reposapiés situados en la rueda trasera.
Pese a las apariencias, la conducción es cómoda y ergonómica y ofrece una alternativa saludable y ecológica entre correr y andar en bicicleta.
Fue desarrollada por los diseñadores Tom Hambrock y Juri Spetter, que se inspiraron en una construcción similar realizada en 1817 por el inventor alemán Karl Drais aunque modernizada y con beneficios adicionales.
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