IZQUIERDA: MAÍZ COMÚN. DERECHA: MAÍZ TRANSGÉNICO
El estudio llevado a cabo en la universidad francesa de Caen del maíz transgénico GM NK603, creación de la compañía biotecnológica Monsanto, que reveló que dicho producto es cancerígeno, ha originando la suspensión de su importación por parte de Rusia, acción que podría ser imitada por otras naciones.
El experimento del cual ya informáramos oportunamente, fue realizado sobre roedores, llevó dos años y los resultados revelaron elevados niveles de cáncer de mama, hígado y riñón y minúsculas cantidades de un herbicida de uso general, Roundup ( también creación de Monsanto ), que podría haberse asociado al desarrollo de tumores.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ha ordenado su propia revisión de la investigación, y la confirmación de sus resultados podría asestar un fuerte golpe a esta controversial tecnología y agregar una larga lista de países dispuestos a prohibir su importación y desarrollo.
Históricamente, empresas como Monsanto han intentado demostrar la seguridad de sus cultivos transgénicos sobre la base de ensayos con ratas alimentadas por un período de 90 días, lo cual es de por sí falaz, ya que no brinda el suficiente tiempo para que los síntomas se manifiesten ( si un seguimiento del efecto de la radiactividad en humanos se realizara durante 90 días, obviamente los resultados no serían aún manifiestos, y se podría inferir engañosamente que no produce daño a la salud ).
En cambio, los expertos de la Universidad de Caen llevaron a cabo su experimento por un período científicamente válido para la vida de una rata, y los resultados fueron además revisados por expertos independientes antes de ser publicados en una respetada revista científica.
La decisión de los rusos de suspender la autorización para importar el maíz GM norteamericano amenaza con desencadenar una disputa trasatlántica comercial y diplomática.
Algunos países ya han prohibido la presencia del maíz transgénico en los estantes de los supermercados, pero sin embargo permiten alimentar con ellos a animales de granja, como gallinas, cerdos y vacas lecheras, cuyos productos y subproductos se transfieren luego al ser humano, y también se permite su utilización para la elaboración de cereales de consumo humano.
El estudio llevado a cabo en la universidad francesa de Caen del maíz transgénico GM NK603, creación de la compañía biotecnológica Monsanto, que reveló que dicho producto es cancerígeno, ha originando la suspensión de su importación por parte de Rusia, acción que podría ser imitada por otras naciones.
El experimento del cual ya informáramos oportunamente, fue realizado sobre roedores, llevó dos años y los resultados revelaron elevados niveles de cáncer de mama, hígado y riñón y minúsculas cantidades de un herbicida de uso general, Roundup ( también creación de Monsanto ), que podría haberse asociado al desarrollo de tumores.
Históricamente, empresas como Monsanto han intentado demostrar la seguridad de sus cultivos transgénicos sobre la base de ensayos con ratas alimentadas por un período de 90 días, lo cual es de por sí falaz, ya que no brinda el suficiente tiempo para que los síntomas se manifiesten ( si un seguimiento del efecto de la radiactividad en humanos se realizara durante 90 días, obviamente los resultados no serían aún manifiestos, y se podría inferir engañosamente que no produce daño a la salud ).
En cambio, los expertos de la Universidad de Caen llevaron a cabo su experimento por un período científicamente válido para la vida de una rata, y los resultados fueron además revisados por expertos independientes antes de ser publicados en una respetada revista científica.
La decisión de los rusos de suspender la autorización para importar el maíz GM norteamericano amenaza con desencadenar una disputa trasatlántica comercial y diplomática.
Algunos países ya han prohibido la presencia del maíz transgénico en los estantes de los supermercados, pero sin embargo permiten alimentar con ellos a animales de granja, como gallinas, cerdos y vacas lecheras, cuyos productos y subproductos se transfieren luego al ser humano, y también se permite su utilización para la elaboración de cereales de consumo humano.
Por supuesto, con el cinismo habitual de toda multinacional, Monsanto declaró no creer que el estudio presente información que justifique cualquier cambio en las opiniones de la EFSA sobre la seguridad de los productos de maíz genéticamente modificados o genere prohibiciones en las importaciones.
En la última semana, científicos pro-transgénicos han estado haciendo fila para socavar los estudios realizados por los franceses criticando la forma en que se llevaron a cabo, pero sin embargo, un gran número de académicos independientes y neutrales han elogiado el estudio del equipo francés, al cual describieron como los ensayos de alimentación más completos y extensos que involucran GM hasta la fecha.
En la última semana, científicos pro-transgénicos han estado haciendo fila para socavar los estudios realizados por los franceses criticando la forma en que se llevaron a cabo, pero sin embargo, un gran número de académicos independientes y neutrales han elogiado el estudio del equipo francés, al cual describieron como los ensayos de alimentación más completos y extensos que involucran GM hasta la fecha.
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