Los científicos han colocado sensores de radio en el cuerpo de varias abejas, en un intento de averiguar cómo y cuando éstas son atacadas por el mortar parásito Apocephalus boreal, que se adhiere a sus cuerpos y las obliga a abandonar sus colmenas, convirtiéndolas en zombies que vagan en forma errática para luego caer al suelo moviéndose en círuclos cada vez más erráticos antes de morir.
La enfermedad está diezmando las colonias en América del Norte, razòn por la cual el personal de la Universidad Estatal de San Francisco decidieron la colocación de sensores de radio en los insectos, para controlar sus movimientos, supervisando al mismo tiempo las colmenas en busca de rastros del misterioso parásito.
El fenómeno fue descubierto por primera vez por el profesor de Biología Juan Hafernik, que informó el año pasado en la revista PLoS ONE los resultados de su investigación, realizada conjuntamente con el ex-estudiante en maestría Andrew Core.
La enfermedad está diezmando las colonias en América del Norte, razòn por la cual el personal de la Universidad Estatal de San Francisco decidieron la colocación de sensores de radio en los insectos, para controlar sus movimientos, supervisando al mismo tiempo las colmenas en busca de rastros del misterioso parásito.
El fenómeno fue descubierto por primera vez por el profesor de Biología Juan Hafernik, que informó el año pasado en la revista PLoS ONE los resultados de su investigación, realizada conjuntamente con el ex-estudiante en maestría Andrew Core.
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