En lugar de intentar una versión robótica de una cucaracha, investigadores universitarios de la Universidad estatal de Carolina del Norte optaron por la original versión biológica, y la convirtieron en un sensor inalámbrico ambulante.
Para ello, utilizaron un microcontrolador off-the-shelf colocado en las antenas de la cucaracha y su abdomen, y luego enviaron comandos que engañaron al insecto haciéndolo creer que estaba en peligro si no se movía, o que un objeto la estaba bloqueando.
Con ello, lograron guiar con precisión milimétrica al insecto a lo largo de una trayectoria curva, como se puede apreciar en el vídeo.
La adición de un sensor podría permitir a estos insectos realizar tareas de rescate con víctimas atrapadas por algún desastre, y lograr que, al menos algunas veces, los humanos se alegren de ver aparecer una cucaracha.
Para ello, utilizaron un microcontrolador off-the-shelf colocado en las antenas de la cucaracha y su abdomen, y luego enviaron comandos que engañaron al insecto haciéndolo creer que estaba en peligro si no se movía, o que un objeto la estaba bloqueando.
Con ello, lograron guiar con precisión milimétrica al insecto a lo largo de una trayectoria curva, como se puede apreciar en el vídeo.
La adición de un sensor podría permitir a estos insectos realizar tareas de rescate con víctimas atrapadas por algún desastre, y lograr que, al menos algunas veces, los humanos se alegren de ver aparecer una cucaracha.
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