COMER NUEVE VECES AL DÍA AYUDA A BAJAR LA PRESIÓN, EL COLESTEROL Y EL PESO

Una nueva investigación llevada a cabo por científicos del Imperial College de Londres, sugiere que el relativamente reciente "truco" de comer poco y a menudo para mantener estables los niveles de azúcar y energía no es nada caprichoso, es muy saludable y al no provocar picos repentinos de ácidos grasos, permite al cuerpo lidiar con el consumo de manera más eficaz, ayudando a disminuír la presión arterial y el colesterol, e incluso fomentando la pérdida de peso.

Según el estudio, realizado por comparación de dietas de más de 2.000 personas en Japón, EE.UU., China y el Reino Unido, se debería considerar el comer hasta nueve veces por día., ya que la división de la ingesta de alimentos tiene beneficios metabólicos más allá de la misma comida que se consume.
Los participantes estudiados que, consumiendo la misma cantidad de calorías más de seis veces por día fueron comparados con aquéllos que comían menos de seis veces al dia, acusaron una presión  más baja, menores niveles de colesterol y un peso más bajo.

Otra investigación realizada por la Universidad de Atenas, en base a más de 2.000 niños de nueve a 13 años, también encontró que aquellos que comían por lo menos cinco veces al día fueron un 32,6 por ciento menos propensos a tener altos niveles de colesterol malo que los que comían menos veces por día.
Estos estudios sugieren que se debería desechar la idea tradicional de tres comidas diarias ( que no tiene ningún sustento biológico, siendo puramente cultural ) , ya que una mayor frecuencia acelera el metabolismo reduciendo el riesgo de obesidad además de otros efectos saludables, aunque todavía no está muy claro el porqué de estas consecuencias.

Un par de efectos indeseables de comer con mayor frecuencia, serían que se utilice la asiduidad como excusa para comer más, y  el aumento de la exposición de  los dientes a los ácidos que disuelven el esmalte que se producen cuando la placa bacteriana digiere los alimentos, aunque esto podría compensarse comiendo menos alimentos dulces.