No las vamos a enumerar aquí pero, sí vamos a resumirlas diciendo cómo habrían sido los Juegos Olímpicos de Londres si se hubieran cumplido las agoreras profecías que se tejieron antes y durante el desarrollo de los mismos:
- Habrían muerto 13.000 personas
- Habría ocurrido una invasión alienígena
- Se habría desatado un evento de control mental orquestado por una poderosa secta secreta
- Se habría perpetrado un mega-atentado terrorista
Estos vaticinos no se cumplieron en absoluto, y el evento de cierre fue tanto o más brillante que el de apertura dejando un show impecable, técnicamente superlativo y muy emocionante, lleno de legendarias figuras del rock, el pop y el mundo del espectáculo.
Una vez más, quedó muy claro que las profecías puntuales no existen, que es imposible vaticinar con certeza un hecho en el futuro, y que nos encanta vivir asustados.
- Habrían muerto 13.000 personas
- Habría ocurrido una invasión alienígena
- Se habría desatado un evento de control mental orquestado por una poderosa secta secreta
- Se habría perpetrado un mega-atentado terrorista
Estos vaticinos no se cumplieron en absoluto, y el evento de cierre fue tanto o más brillante que el de apertura dejando un show impecable, técnicamente superlativo y muy emocionante, lleno de legendarias figuras del rock, el pop y el mundo del espectáculo.
Una vez más, quedó muy claro que las profecías puntuales no existen, que es imposible vaticinar con certeza un hecho en el futuro, y que nos encanta vivir asustados.
Los falsos profetas sólo utilizan esa morbosa patología humana de vivir siempre con miedo a algo, que olvida liviana e intencionalmente cuando a la profecía le llega su fecha de vencimiento y la reemplaza por el siguiente grito de alarma.
Se aprovechan porque saben que no sólo nadie les reclamará nada ante su error sinó que estarán golpeando siempre sus puertas suplicando por un nuevo cuento que los vuelva a asustar, en una rueda perpetua que alimentan los prisioneros de utópicas y distópicas ilusiones.
Se aprovechan porque saben que no sólo nadie les reclamará nada ante su error sinó que estarán golpeando siempre sus puertas suplicando por un nuevo cuento que los vuelva a asustar, en una rueda perpetua que alimentan los prisioneros de utópicas y distópicas ilusiones.
1 comentario:
Comparto tu opinion y por suerte nada de lo profetizado por Parraviccini ocurrio en los juegos.- Pero tambien demos credito a quienes no subestimaron esta profecia y volcaron sus esfuerzos e inviertieron en seguridad para que todo este controlado.- Al fin y al cabo las profecias son advertencias a la humanidad de eventos, que como en este caso si son tomadas en serio pueden torcer el futuro como quedo demostrado en esta ocasion, sirva de ejemplo.-
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