El jóven Ngurah Alit. de 18 años de edad, tuvo la mala idea de tener sexo con una vaca y fue descubierto en pleno acto por un vecino, por lo cual las autoridades de la isla turística de Bali, conforme a arraigadas tradiciones locales, lo obligaron a casarse con ella.
Durante la ceremonia ( a la cual se prohibió el acceso del periodismo ), el atribulado joven se desmayó ante la pena que lo embargaba por lo que sabía que vendría después: él fue simbólicamente "ahogado" en el mar para purificarlo y su flamante esposa de cuatro patas fue sacrificada recibiendo su dueño el importe de $ 562 ( ¿ una dote post-mortem? ).
Como toda historia de amor, ésta también terminó en tragedia aunque por suerte en Bali la inteligencia ha sido suficiente como para acomodar las tradiciones a la realidad ( lo que en Occidente se entiende como "interpretar el espíritu de las leyes", o más popularmente, sentido común ).
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