La pobre mujer llegó al Hospital de Changsha en China Central con una persistente comezón en su oído, y al ser examinada, los médicos, insertando una diminuta cámara en su oreja, descubrieron que la causa era una araña que se había alojado en su canal auditivo, y, para empeorar las cosas, estimaron que el arácnido había estado allí durante cinco días.
Afortunadamente, la mujer no había intentado escarbar el lugar por su cuenta, lo cual podría haber originado una mordedura del arácnido.
Para extraerla, el Dr.Liu Sheng y sus colegas también desistieron de utilizar una pinza por temor a la reacción de la araña, optando por vertir una solución salina en la oreja y esperar que la araña salga por su cuenta.
Es de esperar que la arácnida inquilina no haya puesto huevos...
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