Dentro de un mes, China encarará su propio proyecto de descenso a la fosa de las Marianas, con su sumergible Jiaolong ( Dragón de Mar ), capaz de soportar una presión de 10.000 toneladas por metro cuadrado de superficie con su estructura íntegramente constituída por fibra de vidrio.
El aparato ya ha pasado exitosamente pruebas en el mar de China Meridional en 2010, cuando llegó hasta una profundidad de 3.730 metros con tres tripulantes a bordo, y en 2011 en el océano Pacífico cuando logró sumergirse hasta los 5.143 metros.
Los objetivos de la inmersión hasta los 7.000 metros de profundidad del batiscafo de la Administración Estatal Oceánica china de 8 metros de largo por tres de ancho y tres de altura, son el sondeo biológico, químico y óptico, la toma de muestras y además intentar batir el récord de inmersión tripulada más profunda del mundo.
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