lunes, 9 de abril de 2012

SENTINEL EXPEDITION: RECICLADO DE AIRE SUBMARINO

Los sistemas convencionales de buceo tienen algunas limitaciones importantes que obliga a los buzos a controlar cuidadosamente la profundidad y el tiempo que permanecen bajo el agua  soportando además una serie de largos pasos de descompresión durante su regreso a la superficie.
Para permitir a los buzos ir más profundo y permanecer durante más tiempo con una menor descompresión durante el ascenso, las Marinas han utilizado durante décadas los llamados Recicladores, que tal cual su nombre lo indica, se encargan  de reciclar el aire, pero siempre han resultado costosísimos y muy difíciles de operar.
En 2008, VR Technology presentó el Sentinel, un reciclador de  12.000 dólares de costo y con sistemas de seguridad automatizados, y los primeros en adherir al nuevo equipo en los EE.UU. fueron  los científicos del Instituto Oceanográfico Woods Hole de Massachusetts y el Museo Nacional de China en Beijing.
Pero en julio próximo, la empresa dará a conocer uno bastante menos caro ( 5.400 dólares ) diseñado especialmente para los buceadores.
Los pulmones humanos absorben sólo 5 por ciento del oxígeno presente en el aire y los recicladores eliminan el dióxido de carbono del aire exhalado y reciclan y complementan el oxígeno sobrante y los gases inertes, tales como el nitrógeno, en la siguiente respiración del buzo.
El filtro de CO2 es un recipiente del tamaño de una lata de café que contiene unos 2 kilos de cal sosa absorvente granulada que se une al CO2 sin ningún efecto sobre el oxígeno y los gases inertes, permitiéndoles pasar sin obstáculos.
Sensores de oxígeno y CO1 efectúan un seguimiento permanente de la composición química de los gases y cuando el proceso comienza a enrarecerse, abren una válvula de solenoide que alimenta nuevamente de oxígeno puro al buzo.
Estos detectores también manejan una vejiga de almacenamiento flexible que actúa como contrapulmón de ser necesario si no hay suficiente presión de aire para que el buzo pueda inhalar la siguiente respiración, abriéndose y mezclando con suficiente oxígeno-nitrógeno el cilindro diluyente para presurizar el contrapulmón. 
Cuando el buceador inspira, obtiene el aire recién mezclado del contrapulmón a través de una válvula de seta de un solo sentido en el lado izquierdo de su boquilla y en sus pulmones. 
Dos terminales del ordenador atado a los antebrazos del buceador y un display head-up colocado en su línea de visión le informan permanentemente su niveles de oxígeno y de dióxido de carbono en tiempo real. Si se produce algún mal funcionamiento del equipo, el ordenador de a bordo hace vibrar la boquilla del buzo, y una luz roja incrustada en el flash de la máscara cerca del ojo derecho del buceador. 
El buceador puede también añadir oxígeno o diluyente manualmente si falla el sistema automatizado, y si la falla es fatal, se lleva un pequeño tanque stándard de rescate.
el mal funcionamiento del sistema automatizado. Si todo esto falla, los buzos también llevan a un tanque de buceo de rescate. 
Con el Sentinel se puede bucear a una  profundidad máxima de  99 metros durante 2 horas. y 45 min. y pesa 40 kilos.

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