El SKA, a un presupuesto de casi 2 mil millones de dólares, está a punto de comenzarse a construír, disperso a través de 1.900 kilómetros cuadrados sobre la superficie de la Tierra en un lugar físico aún no determinado.
El más poderoso telescopio jamás construído, será capaz de explorar las radiaciones electromagnéticas emitidas por los objetos en el universo con una sensibilidad sin precedentes, pretende tener un profundo impacto en la manera de percibir y entender el cosmos, y se estima que será puesto en marcha para 2016 con la totalidad de sus platos funcionando ocho años después.
Para dar una idea de su potencia, el complejo será capaz de detectar un radar de aeropuerto en un planeta que esté a 50 años luz de distancia, y recopilará tal volúmen de información cósmica que para procesarla se necesitará construír un superordenador con una capacidad equivalente a mil millones de computadoras ( un millón de billones de operaciones por segundo, mil veces superior al más veloz y poderoso existente actualmente ), Petabits por segundo que equivaldrán a 100 veces el tráfico global actual de Internet, suficiente data como para llenar 15 millones de iPods de 64GB todos los días.
Cada plato ( de un total de 15 millones ) del telescopio ocupará una superficie de un kilómetro cuadrado y estará complementada por matrices de apertura de baja y media frecuencia, capaces de observar más de una parte del cielo a la vez dotadas además de un amplísimo campo de visión, transformándose en una herramienta nueva y fantástica, que podrá auxiliar a los científicos en búsquedas que hoy día se consideran imposibles ( siempre y cuando éstos sepan indicarle qué buscar ), e incluso será capaz de obtener información de la historia temprana del universo, detectar cómo nacen las estrellas y buscar vida extraterrestre.
Un prototipo del SKA llamado KAT-7, que consta de siete platos de 16 metros de altura, está en fase de pruebas en el desierto de Karoo en Sudáfrica.
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