Científicos italianos han creado un robot con forma de tentáculos que se ha convertido en el primer robot blando que puede comprender y agarrar objetos gracias a los sensores táctiles artificiales colocados en sus ventosas, teniendo acceso además a espacios muy estrechos.
Es parte de un proyecto para crear una criatura de mar con cuerpo sintético que podría ser utilizado para salvar a personas atrapadas bajo el agua.
El brazo además de flexible se puede alargar y acortar y fue construido en la Scuola Superiore Sant'Anna, cerca de la costa de Toscana por un equipo liderado por la Profesora Cecilia Laschi.
Está hecho de silicona y caucho blando envuelto alrededor de un cable de acero que imita la elasticidad de la musculatura de un pulpo real lo cual le permite meterse en lugares estrechos.
El "animal robótico”, que a diferencia de los robots que se utilizan en el mar será capaz de bajar y explorar el fondo de las aguas, costó 13 millones de dólares y estará completo con sus 8 brazos antes de fin de año.
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