Un rostro extraordinariamente delicado tallado en madera vio el sol por primer vez en miles de años al ser descubierto por los arqueólogos un sarcófago de madera en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en Asuán, Egipto.
Se cree que contiene el cuerpo de una persona de cierta jerarquía y se encuentra asombrosamente bien conservado por las arenas del tiempo.
La pieza fue encontrada por un equipo de la Universidad de Jaén, España, que estaba llevando a cabo excavaciones en el sitio desde 2008.
Desde el inicio de una nueva excavación iniciada en enero, el equipo ya había descubierto 20 momias y una tumba que data de alrededor de 1830AC.
La excavación está siendo dirigida por el profesor Alejandro Jiménez Serrano, que está trabajando junto a otros 16 funcionarios de Jaén, así como de las universidades de Granada y Londres, quienes vienen aplicando disciplinas de amplio enfoque y nuevas técnicas de búsqueda, tales como el RTI o escaneado en 3D que ayuda a leer los textos jeroglíficos con mayor precisión.
El equipo ya había encontrado dos tumbas más pequeñas en las primeras excavaciones.
La necrópolis de Qubbet el-Hawa, que también constituye uno de los mejores miradores de la ciudad de Asuán, se encontraba en uso desde el 2250AC y proporcionaba un lugar de descanso para algunos de los funcionarios más importantes del país.
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