La investigadora Sonja Windhager, antropóloga de la Universidad de Viena, estudió patrones globales asociados con los dígitos de las manos de adultos y niños aún por nacer, y desarrolló un método que permite que con un simple vistazo no invasivo y sencillo, se pueda obtener el potencial de información necesaria para proporcionar pistas sobre ciertas marcas y características de una persona en gestación.
El estudio de la mano del feto puede indicar la cantidad de testosterona que el niño desarrollará, como así también la relación de sus dedos, que juegan un papel determinante en la forma de la cara.
Si el dedo índice de su mano es del mismo tamaño o más largo que el dedo anular, el niño tiene más probabilidades de tener una barbilla más estrecha y una cara más femenina, pero si en cambio el dedo índice es más corto, la cara del niño será más redondeada y con un aspecto más masculino.
La Doctora Windhager está ahora estudiando otras relaciones y parámetros relacionados entre los dedos y el desarrollo físico antes y después de la pubertad.
Ya el año pasado, el Asian Journal of Andrology había encontrado una correlación entre la longitud de los dedos y la longitud del pene de un hombre ( los hombres cuyos dedos índices ( el segundo de la mano ) son más cortos que los dedos de sus anillos ( el cuarto dedo ) pueden tener más largos penes, de acuerdo con el estudio realizado en Corea del Sur ).
Otros estudios previos también habían demostrado que la testosterona prenatal puede determinar el desarrollo de los dedos.
En las mujeres, los dedos índice y anular tienden a ser aproximadamente la misma longitud.
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