Según el estudio publicado en la revista Science, se ha logrado implementar por primera vez en roedores un transplante de células nerviosas que ha restaurado funciones del hipotálamo, una región donde supuestamente no se producía una regeneración neuronal natural.
Anteriormente, se creía que las células nerviosas podían implantarse solo en dos regiones del cerebro: el bulbo olfatorio y el "giro dentado" del hipocampo, una región cerebral responsable de las funciones de la memoria y el manejo del espacio.
El experimento realizado por científicos de la Universidad de Harvard, el Hospital Central de Massachusetts y la Escuela Médica de Harvard ( Boston ) con ratones adultos con mutaciones ha resultado efectivo para restaurar en ellos algunas funciones del cerebro, logrando trasplantar células nerviosas embrionarias que no eran susceptibles a la leptina, la hormona que es responsable del metabolismo y el peso corporal.
Como consecuencia de la restauración de las funciones normales del hipotálamo, que controla el sistema endocrino, los animales que previamente estaban condenados a la obesidad, dejaron de aumentar de peso y llegaron incluso a pesar un 30% menos que el resto del grupo cuyo peso era tratado de controlarse con otros métodos químicos y hormonales.
La formación de vínculos sinápticos de las neuronas trasplantadas con otras células en el cerebro de los ratones indican que hay más regiones cerebrales aptas para la regeneración o neurogénesis, un fenómeno que durante mucho tiempo fue rechazado tanto por la sociedad científica.
Este tipo de transplantes podrán en el futuro ayudar a curar el autismo, las enfermedades genéticas del sistema nervioso, la epilepsia, la enfermedad de Parkinson, y las lesiones de la médula espinal.
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