Un software llamado Xapagy, es capaz de inventar historias originales, según publica la revista Physorg, e implica un avance hacia una inteligencia artificial más similar a la humana.
Lotzi Bölöni, de la Universidad de Florida Central, en los Estados Unidos, cargó primero a Xapagy con cuentos traducidos a un lenguaje que pudiera entender, para que a partir de éstos, en lugar de componer reglas lógicas rígidas con las cuales diseñar acciones futuras, como haría cualquier sistema de Inteligencia artificial, desarrolle acciones siguiendo el tipo de composición de las historias humanas, basadas en series de eventos interconectados.
Cuando se topa con palabras de relatos nuevos, Xapagy busca conexiones que le resulten “familiares” con términos archivados en su propia memoria, y si encuentra estas relaciones, las usa para predecir lo que ocurrirá a continuación, y así va desarrollando la historia.
Si en cambio el programa no encuentra conexiones claras, simplemente sigue relatando con sus propias palabras, respetando el sentido gramatical, y continúa con el cuento, de manera que este tenga sentido desde el punto de vista narrativo.
Segùn Stan Franklin, desarrollador del famoso sistema de inteligencia artificial LIDA, Xapagy puede “ayudar a los sistemas IA a aprender sobre narrativa, que es un asunto importante en cognición”.
El programa trabaja con una mezcla de inglés y un lenguaje de programación llamado XAPI.
Por ejemplo, la frase: "¡Qué boca tan grande tienes, abuelita!" se traduce en XAPI como "mouth - of - 'Grandma'/ wh is-a / big?".
Por ahora, Bölöni tiene que traducir a mano todo el material que Xapagy debe aprender, lo que supone un obstáculo a la hora de proporcionarle al sistema una memoria lo suficientemente extensa como para generar relatos complejos e interesantes, pero, una vez que se haya compuesto un archivo de memoria considerable, Bölöni espera que el programa pueda inventar historias totalmente nuevas por si solo.
El proyecto creará una forma mucho más flexible de aprendizaje para sistemas IA, permitiéndoles aprender de sus errores del pasado e incluso reaccionar ante tareas desconocidas, lo cual hasta el momento es imposible debido a sus rígidas reglas lógicas de observación.
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