Una investigación llevada a cabo por expertos británicos de la Universidad de Cambridge demostró cómo los colores que nos rodean pueden afectar nuestros pensamientos y consecuentes acciones por influír en la percepción del bien y del mal.
Se instó a los voluntarios a evaluar dilemas morales, impresos sobre un fondo blanco, otro negro y un tercer neutral, y los participantes se expresaron más radicalmente ante los dilemas presentados en fondos blanco y negro.
Los autores del estudio, la doctora Theodora Zarkadi, de Anglia Ruskin University, y el doctor Simone Schnall, de la Universidad de Cambridge, opinan que estas motivaciones que generan los colores podrían tener importantes implicaciones prácticas, por ejemplo, en contextos relacionados con juicios de culpabilidad o inocencia.
"Hasta el color de los detalles interiores pueden ejercer cierta influencia sobre los pensamientos"-afirma Zarkadi -"por ejemplo, una alfombra negra en la pared es capaz de influir en la formación de un estado de ánimo negativo, al igual que el rojo crea una sensación de peligro y vigilancia constante"- concluyó la experta.
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