Un preso condenado a muerte en Ohio EE.UU., que pesa por lo menos 220 kilogramos, pidió el retraso de su ejecuciòn programada para enero de 2013, alegando que su obesidad podría llevarlo a una "muerte tortuosa y prolongada."
Ronald Post, de 53 años, que disparó y mató a una empleada de hotel en el norte de Ohio hace casi 30 años, argumentó que debido a su peso, el acceso a la vena, el tejido cicatrizado y otros problemas médicos aumentan las probabilidades de que sus verdugos le ocasionen una lenta y dolorosa muerte.
Además, según sus abogados, la camilla de ejecución no será capaz de soportar su peso.
Post ha intentado perder peso pero casi no puede hacer ejercicio debido a problemas en sus rodillas y espalda, y cuando probó en la bicicleta fija del gimnasio de la prisión, ésta se rompió bajo su peso.
En el estado de Ohio, la pena de muerte se ejecuta con una única dósis de pentobarbital inyectado en los brazos, que según documentos interpuestos en la corte, ya ha ocasionado problemas con reos con sobrepeso, como el caso de Christopher Newton, que pesaba 120 kilogramos, y con el cual se tardó dos horas intentantdo clavarle la aguja de manera correcta.
Algunas solicitudes similares a la de Post fueron rechazadas, pero en 1994 en el estado de Washington, un juez federal confirmó la condena de Mitchell Rupe, pero estuvo de acuerdo con la afirmación de que era demasiado pesado para colgarlo por el riesgo de decapitación, y se le cambió la pena por cadena perpetua, muriendo en prisión en 2006.
Ronald Post, de 53 años, que disparó y mató a una empleada de hotel en el norte de Ohio hace casi 30 años, argumentó que debido a su peso, el acceso a la vena, el tejido cicatrizado y otros problemas médicos aumentan las probabilidades de que sus verdugos le ocasionen una lenta y dolorosa muerte.
Además, según sus abogados, la camilla de ejecución no será capaz de soportar su peso.
Post ha intentado perder peso pero casi no puede hacer ejercicio debido a problemas en sus rodillas y espalda, y cuando probó en la bicicleta fija del gimnasio de la prisión, ésta se rompió bajo su peso.
En el estado de Ohio, la pena de muerte se ejecuta con una única dósis de pentobarbital inyectado en los brazos, que según documentos interpuestos en la corte, ya ha ocasionado problemas con reos con sobrepeso, como el caso de Christopher Newton, que pesaba 120 kilogramos, y con el cual se tardó dos horas intentantdo clavarle la aguja de manera correcta.
Algunas solicitudes similares a la de Post fueron rechazadas, pero en 1994 en el estado de Washington, un juez federal confirmó la condena de Mitchell Rupe, pero estuvo de acuerdo con la afirmación de que era demasiado pesado para colgarlo por el riesgo de decapitación, y se le cambió la pena por cadena perpetua, muriendo en prisión en 2006.
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