Los investigadores Peter Olson y Renaud Degue, de la Universidad de John Hopkins, en Marylin, EE.UU. , han publicado una seria advertencia en la revista "Nature Geoscience" que plantea la posibilidad de que la Tierra sufra un intercambio de polos magnéticos.
Los campos magnéticos terrestres se originan debido al movimiento de convección de hierro y níquel que se encuentran fundidos en el interior del núcleo terrestre exterior ( que es líquido, a diferencia de su núcleo interior ), combinado con la rotación del planeta, y la conclusión de la pareja de científicos se basa en la hipótesis de que un crecimiento desequilibrado y asimétrico del núcleo interno debido a los procesos caóticos que tienen lugar en su interior desbalancearía el núcleo externo y tornaría el campo geomagnético asimétrico y excéntrico, originando el desplazamiento descontrolado de los polos magnéticos, que podrían incluso a llegar a intercambiarse por completo, fenómeno que ya se ha producido varias veces en la historia del planeta, siendo la última vez hace unos 700.000 años.
Actualmente, merced a la velocidad creciente del desplazamiento del Polo Norte, el eje del dipolo magnético se sitúa en el oeste del Océano Ártico de la isla Ellesmere, es decir, a unos 500 kilómetros del Polo Norte geográfico.
Los científicos afirman que, por ahora, no se puede predecir cuándo ocurrirá la siguiente inversión magnética porque la secuencia no es regular, lo cual implica que puede suceder en cualquier momento originando un escenario verdaderamente apocalíptico.
Los académicos rusos Serguéi Tsygankov y Evgeniy Shemyákin afirman que si sucediera hoy, el fenómeno podría tener consecuencias desastrosas, ya que estaríamos expuestos a los vientos solares capaces de noquear las comunicaciones globales y redes de energía.
Otros expertos advierten que, con la nueva polaridad, la capa de ozono se debilitaría hasta desaparecer, y el sistema inmunológico de los animales, especialmente las aves, se vería muy afectado, ya que son muy dependientes de la polaridad magnética del planeta que además podría experimentar una ola de cambios climáticos bruscos que, de hecho, ya estamos sintiendo.
Sin embargo, los científicos de la NASA sostienen que las inversiones magnéticas de los polos son perfectamente normales y no hay motivo de preocupación, y que ya se produjeron varias veces.
También hay quienes piensan que la inversión no tiene por qué ocurrir, ya que un rápido movimiento del polo magnético no significa necesariamente que nuestro planeta esté pasando por un cambio a gran escala que deba dar lugar a la reversión del campo magnético de la Tierra sinó que podría tratarse de una osclilación normal.
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