Comer comida chatarra en abundancia no sólo puede hacer acumular grasa, sinó que también podría provocar demencia.
Estudios en animales arrojaron una fuerte evidencia de que una mala dieta puede desencadenar el Alzheimer ( que algunos creen es otra versión de la diabetes ), al envenenar el cerebro.
La mala alimentación ya ha sido vinculada a la demencia, por el hecho de que la presión arterial alta y el colesterol interrumpen el normal suministro de sangre al cerebro, pero los últimos estudios han demostrado que los alimentos grasos y azucarados pueden interrumpir el suministro de insulina al cerebro.
En la diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad, los alimentos poco saludables hacen que las células en el cuerpo se vuelvan resistentes a la insulina necesaria para convertir el azúcar en energía, y esta semana la revista New Scientist ha publicado que algo similar puede estar ocurriendo con el Alzheimer.
La insulina es necesaria para regular las sustancias químicas del cerebro claves en la memoria y el aprendizaje, para fortalecer las conexiones entre las células cerebrales y para mantener los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro y al oxígeno.
En las pruebas, las ratas tratadas se volvieron incapaces de utilizar la insulina desarrollado los síntomas de Alzheimer.
La evidencia de que la resistencia a la insulina es clave también proviene de un estudio de la Universidad de Pennsylvania de tejido cerebral tomadas de cadáveres: el tejido cerebral de personas que no habían tenido la enfermedad de Alzheimer pareció volverr a la vida cuando se lo bañó en insulina, pero en cambio las células de cerebro de pacientes que tenían Alzheimer no reaccionaron en absoluto.
New Scientist concluye: "Si los científicos están en lo cierto - y la evidencia sugiere que pueden estarlo - las consecuencias son profundamente preocupantes".
Estudios en animales arrojaron una fuerte evidencia de que una mala dieta puede desencadenar el Alzheimer ( que algunos creen es otra versión de la diabetes ), al envenenar el cerebro.
La mala alimentación ya ha sido vinculada a la demencia, por el hecho de que la presión arterial alta y el colesterol interrumpen el normal suministro de sangre al cerebro, pero los últimos estudios han demostrado que los alimentos grasos y azucarados pueden interrumpir el suministro de insulina al cerebro.
La insulina es necesaria para regular las sustancias químicas del cerebro claves en la memoria y el aprendizaje, para fortalecer las conexiones entre las células cerebrales y para mantener los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro y al oxígeno.
En las pruebas, las ratas tratadas se volvieron incapaces de utilizar la insulina desarrollado los síntomas de Alzheimer.
New Scientist concluye: "Si los científicos están en lo cierto - y la evidencia sugiere que pueden estarlo - las consecuencias son profundamente preocupantes".
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