Investigadores de la Universidad de Leeds, Gran Bretaña, han llegado a la conclusión de que con rociar el aire con gotitas de agua de mar se podría reducir la ferocidad de los huracanes.
"Los huracanes obtienen su energía del calor contenido en las aguas superficiales del océano, dice al respecto el Dr. Alan Gadian, de la Escuela de la Universidad de la Tierra y del Medio Ambiente.
"La idea es apuntar a las nubes estratocúmulas marinas, que cubren aproximadamente una cuarta parte de los océanos del mundo, para evitar que se formen los huracanes."
Los cálculos del equipo, están basados en un modelo del clima oceánico que sugiere que esto podria reducir el poder de los huracanes en desarrollo, si son capaces de aumentar la cantidad de luz solar reflejada por las nubes por encima de la región de formación de huracanes, y consecuentemente menos energía para alimentar la fuerza de éstos.
Utilizando una técnica conocida como Nube Marina Brightening (MCB), vehículos no tripulados podrían pulverizar gotas diminutas de agua de mar, una buena parte de las cuales que se elevarían por encima de las nubes, y aumentaría su número de gotas y por lo tanto la reflectividad y la duración de las nubes, reduciendo la temperatura de la superficie marina.
El principal efecto indeseado de esta técnica sería el impacto que esta siembra de nubes tendría en las precipitaciones en regiones vecinas.
Sin embargo, utilizando patrones de siembra debidamente controlados, las reducciones de precipitaciones en otras zonas podrían llevarse a niveles poco significativo.
"Los huracanes obtienen su energía del calor contenido en las aguas superficiales del océano, dice al respecto el Dr. Alan Gadian, de la Escuela de la Universidad de la Tierra y del Medio Ambiente.
"La idea es apuntar a las nubes estratocúmulas marinas, que cubren aproximadamente una cuarta parte de los océanos del mundo, para evitar que se formen los huracanes."
Los cálculos del equipo, están basados en un modelo del clima oceánico que sugiere que esto podria reducir el poder de los huracanes en desarrollo, si son capaces de aumentar la cantidad de luz solar reflejada por las nubes por encima de la región de formación de huracanes, y consecuentemente menos energía para alimentar la fuerza de éstos.
Utilizando una técnica conocida como Nube Marina Brightening (MCB), vehículos no tripulados podrían pulverizar gotas diminutas de agua de mar, una buena parte de las cuales que se elevarían por encima de las nubes, y aumentaría su número de gotas y por lo tanto la reflectividad y la duración de las nubes, reduciendo la temperatura de la superficie marina.
El principal efecto indeseado de esta técnica sería el impacto que esta siembra de nubes tendría en las precipitaciones en regiones vecinas.
Sin embargo, utilizando patrones de siembra debidamente controlados, las reducciones de precipitaciones en otras zonas podrían llevarse a niveles poco significativo.
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