El casco de sondeo EEG ( electrocardiograma ) de Veritas Scientific se aprovecha de una respuesta médica muy conocida llamada P300 que hace que el cerebro baje la tensión por una fracción de segundo después de etiquetar un rostro u objeto familiar, para leer la mente.
También es capaz de conocer los pensamientos de quienes se encuentren cerca de quien tiene colocado el casco.
Sin ponerse colorado, el CEO de Veritas declara con orgullo que el casco invade la última frontera existente en la privacidad personal.
El casco dispara una presentación de diapositivas de diferentes imágenes sobre el usuario, e intenta asociar las respuestas eléctricas cerebrales a determinadas intenciones y pensamientos, indagando sobre la actividad mental que se produce cuando el cerebro reconoce y relaciona imágenes familiares, luego "etiqueta" estas reacciones y puede utilizarlas posteriormente para averiguar sobre actividades ilícitas, terroristas, o criminales entre otras.
La compañía está negociando contratos militares con las fuerzas armadas de los Estados Unidos para su producto y espera tener un prototipo listo este mismo año, al cual planean incorporarle a la brevedad una técnica adicional para leer simultáneamente los signos vitales.
Sus creadores esperan que su invento termine siendo tan común y accesible a todo el mundo como una aplicación para móvil, y deslindan responsabilidades sobre los tenebrosos usos que podría darse al invento diciendo que, en última instancia, toda decisión sobre cualquier arma está tomada por humanos.
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