jueves, 14 de junio de 2012

UN GRAN PASO PARA LA HUMANIDAD: EL VOYAGER 1 FINALMENTE ABANDONA NUESTRO SISTEMA SOLAR

Tal vez con igual o superior motivaciòn que el astronauta norteamericano Neil Amstrong al poner un pié en la Luna, se puede decir que el hecho de que en estos momentos un objeto concebido por la mente humana, y construído cuando la tecnología espacial estaba aún en pañales ( pero la mente del hombre tenía tal vez más hambre de su orígen estelar que hoy día ), haya atravesado las profundidades de todo nuestro sistema solar y esté en estos momentos surcando por primera vez el espacio interestelar, es un gran, gran paso en la historia de la humanidad.
La Voyager 1, construida por la NASA y lanzada en 1977,  ha pasado los últimos 35 años, aumentando progresivamente su distancia de la Tierra, y ahora está a 17970000000 de kilometros, viajando a 10 km. por segundo, y claras indicaciones recibidas  la semana pasada demostraron que está a punto de abandonar la heliosfera,  último vestigio de este sistema solar. 
La detección de picos en la intensidad de los electrones de los rayos cósmicos llevó entonces a pensar a los científicos que la sonda se encontraba todavía dentro de la "heliopausa", el borde exterior de nuestro sistema.
La Voyager, que tiene baterías suficientes para durar hasta el año 2020, se comunica con la Tierra por ondas de radio que nos llegan 16 horas más tarde  y en sus últimas transmisiones reportó estar comenzando a experimentar un poco de calor. 
La heliosfera, a la cual la Voyager ingresó en 2004,  se cree que es como una burbuja alrededor del sistema solar, que nos protege de los vientos cósmicos del espacio profundo, y el aumento del registro energético de la nave en más de un 10 % es una clara señal de que está abandonando dicha protección y recibiendo los primeros vestigios de los vientos interestelares. 
La Voyager 1 está ahora donde nunca nadie ha estado antes ( y no podemos evitar recordar la célebre introducción de la famosa serie de ciencia ficción "Viaje a Las Estrellas" ) y ha llegado donde ninguna nave espacial creada por el hombre moderno ha llegado jamás, observando algo que no sabemos qué es y ni siquiera conseguimos imaginar.
¿Qué habrá encontrado la Voyager allí? Probablemente lo más parecido al vacío absoluto, a excepción de unos pocos cometas de largo alcance que aún orbitan el sol, especulan los científicos, que esperan una señal final del cruce de la frontera cuando el campo magnético cambie de dirección y el viento interestelar le haga sentir  todo su frío.

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