Sanal Edamaruki es el presidente de la Asociación de Racionalistas de la India y en los últimos treinta años se ha dedicado a la loable tarea de ser un ilustre destructor de mitos y de falsos gurúes que estafan a su pueblo, retando incluso a muchos de ellos en programas de televisión y desenmascarándolos uno por uno.
En una nación laica como la India personas que desarrollan este tipo de actividades deberían ser vistas con complacencia, pero evidentemente los vestigios de la época colonial son todavía lo suficientemente fuertes como veremos a continuación.
En una iglesia ubicada en los suburbios de Bombay, de un crucifijo comenzaron a surgir gotas de agua, e inmediatamente los fieles lo consideraron un milagro y una señal, lamiendo las gotas convencidos de que se trataba de agua milagrosa con poderes mágicos y curativos.
Sanal Edamaruki se presentó en el lugar para inspeccionar, y luego de realizar las investigaciones pertinentes, llegó a la conclusión de que el agua más que milagrosa podía ser tóxica, ya que se trataba de la filtración del desagüe de un lavabo, y lo hizo público buscando no sólo establecer la verdad sinó también proteger a los fieles de probables gastroenteritis.
Increíblemente, durante un debate televisivo sobre el falso milagro, fue acusado de injurias anticatólicas y se pidió que, aplicando la vigente ley anti-blasfemia hindú , se lo condene a tres años de prisión.
Joseph Dias, secretario general del Foro Secular Católico-Cristiano, presentó una queja, alegando que esas acusaciones eran sesgadas y resultado de un evidente sentimiento anticristiano de Edamaruku.
La mencionada ley prohíbe “actos deliberados y maliciosos destinados a ultrajar los sentimientos religiosos de cualquier clase, insultar su religión o sus creencias religiosas”, y Edamaruku con acierto señala que la ley es retrógrada y se opone a la libertad de expresión, yendo además en contra de quienes intenten explicaciones científicas racionales para los "milagros" u otros sucesos considerados sobrenaturales.
En una nación laica como la India personas que desarrollan este tipo de actividades deberían ser vistas con complacencia, pero evidentemente los vestigios de la época colonial son todavía lo suficientemente fuertes como veremos a continuación.
Sanal Edamaruki se presentó en el lugar para inspeccionar, y luego de realizar las investigaciones pertinentes, llegó a la conclusión de que el agua más que milagrosa podía ser tóxica, ya que se trataba de la filtración del desagüe de un lavabo, y lo hizo público buscando no sólo establecer la verdad sinó también proteger a los fieles de probables gastroenteritis.
Joseph Dias, secretario general del Foro Secular Católico-Cristiano, presentó una queja, alegando que esas acusaciones eran sesgadas y resultado de un evidente sentimiento anticristiano de Edamaruku.
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