Un pez robot pintado con una cara sonriente se convirtió en una celebridad instantánea cuando se lo colocó en un tanque que contenía peces cebra reales.
Los científicos italianos y estadounidenses de la Universidad de York en EE.UU., encontraron que su creación de 15 centímetros de largo atrajo tanto a peces cebra machos como hembras, especie a la cual trataba de emular pintado ( muy rústicamente, por cierto ) con aerosol con sus características rayas azules y el agregado de una sonrisa, la cual, aparentemente, resultó extremadamente convincente.
Al colocarlo en el estanque, el robot, que simulaba la forma redondeada para imitar las hembras fértiles de la especie, se convirtió en una sensación inmediata, atrayendo cardúmenes completos, pese a que el ruido que hacía su motor para mover la cola podría haber sido un elemento de disuasión.
Los resultados evidencian que una especie tiene preferencia por los de su misma especie y esto puede ser utilizado para inspirar el diseño de robots que puedan participar activamente con sus fuentes de inspiración, y contribuír así a su conservación, control y salvaguarda contra diferentes plagas.
Al colocarlo en el estanque, el robot, que simulaba la forma redondeada para imitar las hembras fértiles de la especie, se convirtió en una sensación inmediata, atrayendo cardúmenes completos, pese a que el ruido que hacía su motor para mover la cola podría haber sido un elemento de disuasión.
Los resultados evidencian que una especie tiene preferencia por los de su misma especie y esto puede ser utilizado para inspirar el diseño de robots que puedan participar activamente con sus fuentes de inspiración, y contribuír así a su conservación, control y salvaguarda contra diferentes plagas.
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