Científicos de la UCLA en California EE.UU. han dado un importante primer paso hacia una vacuna que finalmente podría erradicar el HIV de un paciente infectado.
El tratamiento estaría hecho en base a células madre humanas genéticamente modificadas para convertirlas en "células guerreras" que ataquen a sus pares infectadas por VIH dentro de una criatura viviente.
Hasta ahora, sólo se ha podido crear medicamentos o vacunas que retrasen el progreso del virus, pero esta nueva técnica sería la primera en ofrecer una cura real.
Los investigadores de UCLA encontraron que genéticamente las células madre pueden atacar a las células infectadas dentro de los tejidos humanos en pruebas realizadas sobre ratones "humanizados" con tejido humano.
El estudio fue publicado el 12 de abril en la revista PLoS Pathogens, y demuestra por primera vez que las células madre son capaces de crear células inmunes que atacan al HIV y lo suprimen de los tejidos vivos.
Los científicos identificaron los linfocitos T CD8 citotóxicos, como células T que ayudan muy eficientemente a combatir las infecciones, y las utilizaron exitosamente en una persona infectada por HIV, identificando la molécula que guía a dichas células T para que puedan reconocer y matar a aquéllas que se encuentran infectadas.
Sin embargo, estas células no se encuentran en cantidades suficientes en el cuerpo como para eliminar el virus del SIDA. así que se clonó el receptor y se lo utilizó para modificar genéticamente las células madre de la sangre, para luego insertarlas en el tejido humano implantado en los ratones.
Los resultados fueron como se esperaba: las células madre crearon una abundante población de células multifuncionales específicas para el HIV y lo eliminaron exitosamente del tejido vivo atacándolo donde residía y se replicaba.
El mortal virus tenía en el roedor humanizado un parecido y una progresión muy similar al de los seres humanos.
Por supuesto, aún restan numerosas pruebas hasta llegar a la ansiada vacuna, pero a la vez puede decirse que se está más cerca que nunca.
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