lunes, 2 de abril de 2012

SUPER WIDE ANGLE CAMERA: HACIENDO VISIBLE LA RADIACIÓN DE FUKUSHIMA CON TECNOLOGÍA ESPACIAL

Investigadores japoneses de la Agencia de Exploración Aeroespacial, han desarrollado una cámara digital capaz de detectar la radiación en el medio ambiente y hacerla visible.
La cámara, que posee un sistema de gran angular, emplea la misma tecnología utilizada en los detectores de rayos gamma que poseen algunos satélites espaciales, y es capaz de captar las emisiones del cesio 137 y 134 en seis colores diferentes con el rojo representando los niveles más peligrosos y el amarillo el siguiente en toxicidad.
El 11 de febrero de 2012, JAXA, la Agencia Japonesa de Energía Atómica (JAEA) conjuntamente con la Tokio Electric Power Company (TEPCO) llevaron a cabo una prueba de campo en el área de la aldea de Iitate Kusano, en la prefectura de Fukushima, obteniendo una exitosa captura de mucho mayor precisión que las obtenidas por las cámaras gamma existentes, y con un ángulo de casi 180 grados, es decir tres veces más grande que los modelos convencionales.
El equipo es capaz de crear imágenes visuales de partículas radiactivas acumuladas tanto en techos de edificios como en la tierra.
De esta manera se logró ver una amenaza que normalmente es invisible, aunque los resultados - previsiblemente - permanecen también bastante invisibles, como parte de la exitosa estrategia de ocultamiento perpetrada desde apenas horas después de ocurrido el siniestro con la planta nuclear ( nos imaginamos las mediciones espectaculares que podría realizar si se inventara una máquina capaz de detectar la mentira conspirativa ).
El Profesor Tadayuki Takahashi, de la agencia aeroespacial informó escuetamente que  "todavía hay niveles de radiación peligrosamente altos" y simuló sorprenderse ante la falta de estabilidad de la planta y el peligro de colpaso de otros dos reactores.
Lo cierto es que el desastre nuclear de Fukushima, además de ser el peor en la historia de la humanidad, se trata aún hoy, más de un año después del evento, de una catástrofe "en curso", es decir que no está bajo control, pese a que todos, periodistas y gobernantes, se hacen premeditadamente "los distraìdos".

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