viernes, 13 de abril de 2012

LOS JAPONESES, SABIOS A LOS 25 AÑOS

La sabiduría no sólo puede llegar con los años, según un estudio reciente, que afirma que, al menos en los japoneses, a los 25 años es probable que se sea tan sabio como un anciano de 75.
Según la misma investigación, desarrollada por la Universidad de Waterloo en Ontario, Canadá, en el caso de los norteamericanos la comprensión profunda se dá de manera más convencional, es decir a través del tiempo.
La prueba fue diseñada para medir aspectos fundamentales del razonamiento, y en el caso de los ciudadanos de EE.UU. la puntuación mejoró un 22% en personas mayores de 50 años, pero se mantuvo alta y estable entre los japoneses de entre 25 y 75 años, con un cociente promedio de 51, respecto a su capacidad de comprender a la sociedad.
En los estadounidenses el mismo cociente varió entre 45 y 55 coherentemente con la edad de los encuestados.
Respecto al nivel de sabiduría en la comprensión de las relaciones interpersonales, las puntuaciones entre los participantes de Estados Unidos se incrementó de 46 a 50, mientras en los japoneses se redujo levemente desde 53 a 52.
Otros resultados inesperados de la encuesta dirigidas por el investigador Igor Grossmann, fueron que en lo referente a la comprensión interpersonal ( donde supuestamente una sociedad individualista como la norteamericana debería tener ventaja ) los japoneses obtuvieron un puntaje de 75, mucho más alta que el de los estadounidenses y éstos en cambio lograron mejores resultados en las consideraciones colectivistas.
El Dr. Grossmann concluyó en base a estos resultados que tal vez se necesita tener más habilidades individuales cuando la sociedad es colectivista y mejores cualidades sociales cuando es individualista.
El estudio fue publicado en Psychological Science, y  The Economist, y se realizó entre norteamericanos y japoneses con diferentes ocupaciones a través de encuestas con psicólogos que consideraron aspectos cruciales de un razonamiento sabio, como la voluntad de buscar oportunidades para resolver conflictos, voluntad de comprometerse, reconocimiento de los límites del conocimiento personal, conciencia de la existencia de más de un punto de vista sobre un mismo problema y capacidad para considerar que las cosas pueden empeorar justo antes de mejorar.
Se trabajó sobre recortes periodísticos ficticios en los cuales se describían conflictos como si una empobrecida isla del Pacífico que descubría petróleo debía permitir operar allí a compañías petroleras extranjeras  mientras en las relaciones interpersonales se describían crisis familiares, incluídos esposos, hermanos y amigos.

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