viernes, 2 de marzo de 2012

UN AVANCE PARA LA NEUROCIENCIA, UN RETROCESO PARA NUESTRO EGO: NO SOMOS MÁS INTELIGENTES QUE UN BABUINO

Las neuronas de nuestro cerebro han sufrido un demérito de 14 billones como consecuencia de un nuevo estudio realizado por la neurocientífica brasileña Dra. Suzana Herculano-Houzel y nos coloca al mismo nivel que el cerebro de un babuino: 86 billones de neuronas ( anteriormente a este estudio el consenso en círculos cientícos era que el cerebro humano contenía 100 billones ). 
El equipo neurocientífico carioca realizó la investigación sobre cerebros de cuatro hombres adultos de 50, 51, 54 y 71 ninguno de los cuales había muerto a causa de enfermedades neurológicas. 
La cifra fue una sorpresa, no sólo porque la mayoría de los libros de texto y artículos acerca de las neuronas, que son las células nerviosas que transportan mensajes, coinciden en que hay 100 billiones de ellas en un cerebro humano, sinó porque, según la Dra.Herculano-Houzel, no ha sido posible averiguar de dónde proviene esta estimación. 
El estudio fue realizado mediante un método que convierte literalmente los cerebros en una sopa, que permite mejorar mucho los resultados de las investigaciones. 
Como consuelo de los degradantes resultados, la ciencia considera que todavía tenemos mentes superiores a las de otros primates, porque tenemos más neuronas que se dedican a la cognición - los procesos mentales - y el comportamiento como un todo, aunque habría quienes objetarían que estas funciones son consecuencias del contexto social y nó de una determinada estructura genética. 
Estos descubrimientos vuelven a plantear la incógnita de cuáles fueron las razones que nos separaron del resto de los primates si descartamos la inteligencia. 
Recientes experimentos realizados con niños y chimpancés demostraron que en pruebas de puzzle los humanos buscan el trabajo en equipo para resolverlos mientras los monos trabajan solitariamente, pero nuevamente dentro de un determinado contexto preestablecido y tampoco resuelve el viejo enigma: ¿de dónde te viene esta sed, espíritu del hombre?

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