El Sistema Estatal de Protección Civil del Estado de Chiapas, en México, había organizado para el día 20 de marzo de 2012 a partir de las 12 horas del mediodía un mega-simulacro en el cual participarían entidades públicas y privadas, escuelas, hospitales y organismos gubernamentales y que simularía un sismo de 7,9 grados en la escala de Richter con el objeto de poner a prueba la capacidad de respuesta de la población y del organismo de prevención ante el supuesto fenómeno telúrico, según se explicaba en la propia página oficial del gobierno de Chiapas.
Sin embargo, algo verdaderamente perturbador ocurriría el mismo día, y casi a la misma hora: un sismo real que según el Servicio Sismológico Nacional tendría una intensidad de 7,6 grados (¡!), con epicentro a 29 kilómetros de Ometepec en el estado de Guerrero, ocurrido a las 12:03 minutos (¡!) y a una profundidad de 15 kilómetros ( esto último resultó crucial para que no se registraran mayores daños ni víctimas, ya que, como vimos en numerosas oportunidades, los terremotos causan más daño cuando más superficiales son, independientemente de su intensidad ).
Sorprendente suma de coincidencias : tres minutos de diferencia en la hora entre el simulacro y el sismo verdadero y sólo 0,3 grados entre la intensidad planeada y la ocurrida.
Los teóricos de la conspiración se hicieron un festín con estos paralelismos y sumaron a sus especulaciones un chat de Yahoo en la cual una usuaria ( "Valeri" ) preguntaba, dos días antes del sismo, si era verdad que el 20 de marzo iba a haber un terremoto en Chiapas y otra ( "La coco coco" ) le contestaba que a su tía, que era maestra, le habían advertido que efectivamente ocurriría para que cuidara a sus alumnos.
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