miércoles, 8 de febrero de 2012

PORQUÉ FRACASA LA ARQUEOLOGÍA


El término Singularidad fue creado por el escritor de ciencia ficción Vernor Vinge en su ensayo de 1993 "Singularidad Tecnológica", refiriéndose específicamente a la aparición de la inteligencia artificial. "Estamos al borde de un cambio comparable a la aparición de la vida humana en la Tierra", escribió.La singularidad es un término que describe el momento en que una civilización realiza tantos vertiginosos y profundos progresos que cada aspecto de la sociedad se transforma radicalmente, y sus normas y tecnologías se convierten en incomprensibles para las generaciones anteriores, creando un punto de nó retorno.El avance tecnológico suele aumentar su velocidad exponencialmente, por lo cual una singularidad puede ocurrir en períodos cada vez más cortos, incluso dentro de una misma generación.Hablar de la singularidad es una paradoja, porque es un intento de imaginar algo que es, por definición, inimaginable.
Pero eso no ha impedido en el pasado a cientos de escritores de ciencia
ficción o futurólogos intentarlo.Lo grave es que tampoco ha sido impedimento para quienes pretendieron hacerlo con el pasado remoto, pero nó bajo el rótulo de escritores fantásticos, sinó con el pretendido título de académico contundente e irrebatible.
Replicantes moleculares ( nano-robots ), células madres, control del genoma humano, computadoras biológicas, electrónica molecular, mecánica cuántica, ingeniería genética, drástico aumento en la esperanza de vida, prendas de vestir con funciones tecnológicas incorporadas de manera casi invisible, y avances similares que ya hemos posteado en este blog, nos aununcian una nueva inminente entrada en la singularidad, por lo cual es el momento ideal para comprender las que ya se produjeron peviamente.
¿QUÉ ES LA MAGIA?La magia es el dominio del mundo visible por medio de fuerzas invisibles.
Si somos capaces de construir máquinas que manipulan la materia a nivel atómico, podemos controlar nuestro mundo en la forma más granular imaginable. Y esa tecnología prácticamente invisible puede además trabajar, alimentarse y repararse por su cuenta.
Es así como el desarrollo tecnológico va volviendo casi invisible su equipamiento. Se busca que no tenga casi peso, que sea autosuficiente, no invasivo, anatómico, que acompañe naturalmente al usuario, que se involucre como parte de su anatomía.
Lo mismo ocurre con las estaciones multiplicadoras de energía que enlazan el planeta.
Esto, a su vez, vuelve a la civilización cada vez más vulnerable a eventos catastróficos y a su globalización inmediata: queda expuesta a una volatilización planetaria instantánea.Todo esto podemos verlo y comprobarlo hoy día, y es una de las razones por las cuales posteamos las novedades tecnológicas: para reflejar contundentemente estos hechos.Habrá quienes buscarán reflejarlo en el futuro y sus posibilidades.Nosotros elegimos reflejarlo en el pasado profundo.
LA BASE DEL FRACASO Toda investigación arqueológica se ha encarado siempre partiendo de la base de que se está estudiando civilizaciones inferiores a la nuestra.CRASO ERROR! que deriva en el resto de los errores. Un método científico válido para enunciar una regla, es deterimar lo que confirma, o lo que niega. Si nos tropezamos con elementos del pasado que confirman una arquitectura aún lejanamente imposible para nosotros, templos incomprensibles para nuestros arquitectos ( como si genética y culturalmente hubiésemos olvidado su papel desde su creación ) y proezas que desafían la física y encienden nuestros instintos inductivos más específicos y refinados, empíricamente están confirmando su superioridad y a la vez negando su inferioridad sobre nuestra civilización, y bajo esta regla indiscutible deberían haberse estudiado desde un principio, lo cual equivale a decir que la forma en que se lo hizo es un completo fracaso, ya que predeterminó falazmente la comprensión de cómo actuar en condiciones de información incompleta, corrompiendo la naturaleza del propio conocimiento empírico.Veámoslo en un ejemplo: si un arqueólogo traduce “ lo que vuela en el cielo “ y está inducido por la creencia de que la descripción procede de una civilización inferior, la variable hipotética más segura será relacionarlo con aves.En una superior, lo relacionaría con naves espaciales o plataformas antigravitacionales.A partir de esos datos es que los científicos han intentado enunciar consecuencias referentes a las propiedades del ser viviente u objeto descripto, y por lo tanto todo lo determinado hasta aquí resulta ser, en el mejor de los casos, irrelevante o falso, y en el peor, brutalmente engañoso. Complementariamente, muchas palabras cuyo significado se ha renunciado a comprender de las ya de por sí incompletas traducciones de textos antigüos, pueden haber estado referidas a elementos o acciones tecnológicas dentro de un contexto para nosotros totalmente incomprensible.Intentemos algunas comparaciones basadas sólo en NUESTRA incipiente tecnología: ¿ cómo traduciría un arqueólogo medieval la palabra control remoto?¿ o teclado inalámbrico ? En el medioevo se desconocia la electricidad, base de toda nuestra tecnología moderna y cómo producirla. ¿ Cómo sería capaz entonces de reconocer una computadora o un televisor como elementos tecnológicos en ausencia de la energía que les da vida? Probablemente para él constituirían extraños adornos de mesa u objetos de culto religioso.
Nosotros estaríamos en la vereda de enfrente del efecto de la singularidad de una persona de la Edad Media ( de la misma forma, desconocer a partir de cuáles energías se desarrollaron las ciencias de otras civilizaciones y por ende ignorar cómo reactivarlas, nos llevaría a nosotros a similares falacias bajo el efecto de la singularidad ) .Además, debemos sumar el hecho de que en arqueología no se trata de freír sinó de desfreír el huevo, lo cual es extremadamente más complejo ( citando como ejemplo el famoso “ efecto mariposa” no habría que partir de cómo fue que la mariposa batiendo las alas provocó un tornado, sinó analizar las innumerables causas pero partiendo desde el tornado ).Constantemente estamos mirando ( pero nó viendo ) restos degenerados de imperios desaparecidos repitendo sin comprenderlos ( y por consiguiente adulterándolos ), gestos y actos que antaño tenían un sentido racional y científico.La ignorancia convierte la ciencia en magia, y las acciones y manipulaciones técnicas en rezos.
Tratemos de mirar con ojos medievales cualquier video-demostración de nuestro blog que presente novedades tecnológicas ( el del 24/03/2010 es especialmente revelador ): para un observador primitivo no existiría ninguna conexión visible entre el usuario y el resultado. Nada “físico”entre un “dios” y su dominio del mundo visible, para un primitivo es magia.La magia es simplemente un poder malentendido.Y un dios también.
En la actualidad poseemos incontables medios invisibles de registro del conocimiento, desde los cristales hasta los virus y bacterias manipulados nanotecnológicamente.
Tal vez un día descubramos otra antigua escritura camuflada depositada en objetos, o tal vez hasta en nosotros mismos, en las profundidades de nuestras células( ¿no podría acaso ser esa la razón por la cual el cerebro sólo puede utilizar un pequeño porcentaje de su capacidad?), en el inconsciente colectivo de la especie humana.

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