Una de las consecuencias del megatsunami que azotó Japón en marzo pasado es la “marea de escombros” que se formó y permanece aún a flote en el océano Pacífico, compuesta por casas enteras, televisores, muebles y hasta barcos destrozados.
Esta marea se ha desplazado más rápidamente de lo calculado, y actualmente se encuentra a 2.000 millas de las costas japonesas, calculándose que podría llegar a la costa Oeste de los EE.UU. en menos de dos años.Jan Hafner, perteneciente a la Universidad de Hawai que lleva meses rastreando los restos y han colocado en un simulador de computadora su desplazamiento,
ha calculado que los escombros del tsunami pesan entre 5 y 20 millones de toneladas. La cercanía de los mismos a las rutas de navegación o zonas pobladas puede poner en peligro a los barcos pequeños, así como a la fauna y flora marítima y a la seguridad humana en las costas.
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