sábado, 22 de octubre de 2011

11-11-11: ENTRE INQUIETUDES APOCALÍPTICAS Y PORTALES DE LUZ

En el pasado, el número 11 ha sido sinónimo de situaciones agoreras de gran repercusión mediática y socio-política: el 11 de Marzo, el 11 de setiembre y otros impactantes sucesos acaecidos en días 11 ( terremoto en Haití, 11/01/10, en Japón 11/3/11, atentado en Bombay 11/7/06, etc. ).
Hay personas que creen que no se trata de simples coincidencias, sinó que son un anuncio de un acontecimiento crucial y global que podría ocurrir cuando el número once alcance uno de sus momentos de máxima expresión calendaria: el 11/11/11.
Algunos analistas numerológicos han sumando fechas 1+1+0+3+2+0+0+4 ( atentado en España ) o 11 del 9 ( atentado en EE.UU.) 9+1+1=11 concluyendo que ambas suman 11, aunque la conclusión es manifiestamente tendenciosa: podrán Uds. notar que se busca el resultado que CONFIRME lo que se intenta demostrar, error constante de nuestra especie: en un caso se INCLUYE el año porque conviene al resultado.
En el otro nó, porque lo desmiente.De la misma manera, la presentación del 11/11/11, numerológicamente es falaz, ya que si nos atenemos a las reglas de esta seudociencia, los números deben sumarse individualmente, con lo cual el año arrojará el número 4, nó el 11. La fecha correcta para aplicar esta interpretación sería en realidad el 11/11/2018.
Por otra parte, y aceptando la muy sui generis interpretación de un triple palíndromo numérico que volverá a registrarse nuevamente dentro de 110 años, deberíamos decir que en realidad este sería sólo el segundo más importante, ya que el más fuerte habría sido el 11/11/1111, fecha en la cual evidentemente no se registraron acontecimientos históricos de relevancia mundial.
Y en este punto de nuestro post debemos acotar algo muy importante: con nuestra observación de ningún modo estamos tratando de menospreciar este tipo de búsquedas: muy por el contrario, creemos que están hechas en la dirección correcta, ya que son intentos de volver a ejercer la herencia ancestral del pensamiento mágico, aunque hoy degenarado con diversas patologías
humanas y vanidades y que deben ser férreamente cuestionadas hasta lograr ver empíricamente, despojándose de deseos de ver pruebas corroborativas confirmatorias que alimenten el ego, porque es entonces cuando las categorizaciones se vuelven patológicas: cuando se creen definitivas, y esto les impiden ver las borrosas fronteras de las mismas reduciendo su auténtica complejidad.
La teología, la filosofía y la historia misma del hombre, están plagadas de errores confirmatorios, y de consecuencias patéticas de esos desaciertos: búsquedas en la dirección correcta, pero deseando encontrar certezas ( que son la amarga semilla del mortal virus del fundamentalismo ), cuando en realidad lo que siempre y eternamente debe buscarse es la duda, la incertidumbre.
Otros grupos esotéricos consideran al número 11 como uno de los detonadores genéticos de ciertas propiedades que el ADN posee y que pueden ser despertadas a través de vórtices inconcientes, llaves que pueden encontrarse en símbolos, logos, cantos mantralizados o numerología que en cierta frecuencia y resonancia detonan un cromosoma en particular
abriendo así un programa o función que se encontraba “dormido” dentro de nosotros.Aquí un resúmen de las principales coincidencias numerológicas relacionadas con el número once y la fecha en ciernes:
De acuerdo a las escrituras hebreas, la creación de El Adán se produjo un 11 de setiembre.
En ciertos círculos esotéricos se habla de la apertura de un Portal, llamado 11:11, que habría sido iniciado merced a un ritual celebrado el 11 de noviembre de 1991 en México por el Dalai Lama, quien se encontraba de visita en el D.F.
En círculos religiosos consideran al once como la representación de los cuernos satánicos.
En enero de 1992, a las 11:11 horas, otro extraño ritual reunió más de un centenar de occidentales en la meseta de Gizá, en Egipto convocados por la visionaria Solara Antara, participando en rituales colectivos con los que pretendían contribuir a la elevación vibratoria o dimensional de nuestro planeta, mediante la integración de sus individualidades.
Científicos han encontrado un GEN en el cromosoma número 11 de los ratones, que está asociado con la reparación del ADN dañado a tal punto que, de lograr manipular este cromosoma, se podría lograr la inmortalidad.
El 11 de julio de 1991 tuvo lugar en México uno de los más impresionantes eclipses de sol, un eclipse total anunciado desde tiempos remotos por los astrónomos mayas.
Un estudio de la NASA sugiere que toda la masa del agujero negro que existe en el centro de nuestra galaxia gira en 11 minutos.
El 1111 multiplicado por 1111 nos da la escala fractal 1234321.
En los días previos al 11/11/11, el asteroide YU55, calificado por su tamaño como potencialmente peligroso, pasará frente a la Tierra.
Durante 2011, si sumamos nuestros años de nacimiento más nuestra edad, a todos nos dará 111 ú 11,
El grupo Anonymous ha anunciado que ese día destruirá Facebook.
El gobierno norteamericano ha programado para esa fecha la primera alerta nacional de su historia.
Y por supuesto, Hollywood ya tiene preparada su película: 11-11-11, a cargo del director de Saw II, III y IV, Darren Lynn Bousman, coming soon ( ver trailer abajo ).
Eventos que se manifiestan con más fuerza cada vez que lo incomprensible se vuelve exagerado, poniendo en funcionamiento todo el poder de nuestra mente como magnífica máquina de explicar, capaz de dar sentido a casi todo,
hábil para ensartar interpretaciones para todo tipo de fenómenos ( cuanto más inteligente la persona, más sólida será la explicación ), maestría incuestionable para hacer ver ecreencias y versiones como lógicamente coherentes, sin visos de incongruencia alguna, y todo con el único objetivo de no aceptar la intolerable idea de la impredecibilidad.
Transgredir fronteras es imprescindible para incorporar lo inaceptable a lo cotidiano destrozando la falsa objetividad de la realidad, y para ello, nosotros elegimos el acto de NO teorizar, dejando el teorizar sólo como una opción por defecto.
Ponemos nuestros agotadores esfuerzos en sólo ver los hechos y recordarlos, huyendo de las explicaciones ( y suspendiendo el juicio que nos impide ver algo en estado puro sin involucrar alguna forma de interpretación ),
por considerarlos trastornos anatómicos, parte de nuestra actual involución biológica. Esa actitud es la que constituye, a nuestro entender, un verdadero ataque frontal a lo profundamente convencional.

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