Este nuevo gran paso hacia la creación de inteligencia artificial no es en un robot o un chip , sinó un tubo de ensayo.
Los investigadores del Instituto de Tecnología de California crearon un circuito de moléculas que interactúan y pueden recordar sobre la base de patrones de ADN incompleto, al igual que el cerebro humano.
"El cerebro es increíble", dice Qian Lulu, uno de los integrantes del equipo de bioingeniería de Caltech que llevó a cabo la investigación.
“Nos permite reconocer los patrones de los acontecimientos y en base a ellos tomar acciones y decisiones”.
Los científicos, en lugar de conectar físicamente una red neuronal, crearon una especie de “sopa de moléculas" ( 4 neuronas artificiales a partir de 112 cadenas distintas de ADN ) que interactúan imitando el comportamiento cerebral.
Para comprobar su efectividad, desarrollaron un juego para leer la mente en el que se trate de identificar una persona específica.
“Entrenada" la red para "conocer" cuatro científicos, sus identidades fueron representadas por un conjunto específico y único de respuestas a 4 preguntas que admitían respuestas afirmativas o negativas.
Después de pensar en uno de los científicos a identificar, un jugador humano proporcionó un subconjunto incompleto de respuestas parciales que permitieron identificar dicho científico, transmitiendo esas claves a la red neuronal dejando caer en el tubo de ensayo las hebras de ADN que correspondían a las respuestas.
Comunicándose a través de señales fluorescentes, la red identificó cuál era el científico que el jugador tenía en mente, o en su defecto pudo ”explicar” que la información suministrada correspondía a más de un científico o que las pistas se contradecían con lo acordado previamente.
Los investigadores jugaron con la red utilizando 27 diferentes formas de responder a las preguntas - de 81 combinaciones en total - y respondió correctamente cada vez ( aunque con gran lentitud comparativamente con nuestro cerebro, ya que le tomó ocho horas cada respuesta correcta ).
Esta red neuronal basada en el ADN demuestra la capacidad de tomar un patrón incompleto y averiguar lo que puede representar, que constituye una de las características únicas del cerebro.
La inteligencia artificial podrá en el futuro operar dentro de las células e interactuar con los procesos bioquímicos como la toma de decisiones ( o diagnosticar enfermedades leyéndolas desde dentro del organismo ) respondiendo de manera inteligente a la presencia de otras moléculas y tendrá aplicaciones de gran alcance en la medicina, la química y la investigación biológica, dicen los investigadores.
El cerebro humano se compone de 100 mil millones de neuronas, y la creación de una red con sólo 40 de estas neuronas basadas en el ADN ( diez veces mayor que la que ya han creado ) será el próximo desafío.
Más allá de esto, la ingeniería de estos sistemas podría dar una idea indirecta de los procesos de la inteligencia, e incluso su evolución a partir de los organismos unicelulares, que también fueron capaces de procesar información, tomar decisiones y actuar conforme a su entorno.
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