NIVELES DE RADIACIÓN 1.250 VECES SUPERIORES AL NORMAL EN EL AGUA DE MAR
Funcionarios de seguridad nuclear advirtieron que la radiación de yodo en el agua de mar en las proximidades de Fukushima 1 ha aumentando hasta 1.250 veces su límite normal, debido a fugas radioactivas desde la central atómica provocados aparentemente por fisuras en los conos de contención y en la contaminación del suelo en los alrededores, aunque nadie sabe explicar a ciencia cierta el orígen de estos escapes que, de continuar, podrían elevar a similares niveles que los del agua los escapes de vapor radioactivo que serían impulsados por los vientos hacia Tokio primero y el resto del planeta después ( a nuestro entender, la presencia de cerio-144 y yodo-131 en estos escapes, sugieren claramente la fisión nuclear dentro de uno o varios de los reactores dañados ).
Se dispuso una urgente evacuación y zona de exclusión de hasta 20 kilómetros a la redonda de la central nuclear de Fukushima y la evacuación de más de 130.000 personas, y debieron suspenderse los trabajos de estabilización una vez más debido al alto grado de radiación.
Barcazas navales de EE.UU. están ayudando con la inyección de agua dulce sobre la zona que rodea los reactores N º 1, No. 2, No. 3 y No. 4 que aún están muy lejos de estabilizarse y amenazan con pérdidas radioactivas aún mayores, al estar en franco retroceso las tareas de contención.
Un alto funcionario nuclear japonés insistió hoy en la continuidad hasta las últimas consecuencias de la mentira y la payasada más absoluta, al alegar que la contaminación representaba poco riesgo para la vida marina.
¿Hasta qué punto se puede mantener este nivel de mentira en la opinión pública? Es un termómetro excelente para medirlo, ya que actualmente, está tan caliente como los reactores de
la central nuclear.
¿Ha muerto definitivamente la reacción pública ante tanta mitomanía? ¿la necesidad de creer nos lleva a la imbecilidad más absoluta?
Parecería que sí: hasta ahora no se ha manifestado ninguna disconformidad explícita en seguir escuchando, viendo y aceptando impávidamente a los representantes oficiales mentir descaradamente.
No hay que ser un científico avezado para comprender que la contaminación nuclear se ha extendido a toda la cadena ecológica y alimenticia, es imposible escapar al efecto dominó de semejante desastre.El agua potable, por ejemplo, NO ESTÁ CONTAMINADA SÓLO PARA BEBÉS, como anuncian criminalmente las fuentes oficiales: está contaminada mortalmente para todo ser humano que la beba. La diferencia está sólo en los plazos en que puede evidenciar su influencia mortal entre un adulto y una criatura.
Un ejemplo contundente lo constituyen los dos turistas arribados a China desde Japón que no habían estado ni cerca de la zona de desastre y presentaban niveles anormales de radiación, al igual que los tripulantes de un buque mercante procedente de Tokio que fue también controlado en Beijing.
Sería bienvenida, al menos como simbólica reacción descontaminante, un acto de sinceridad y blanqueo realmente científico de la situación, porque la verdad daña pero la mentira destruye.
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