jueves, 3 de febrero de 2011

EL CISNE NEGRO LA PELÍCULA

AVISO ANTISPOILER: ESTE COMENTARIO CONTIENE DETALLES DE LA PELÍCULA "EL CISNE NEGRO"
( NOTA DEL BLOG: ESTA PELÍCULA TUVIMOS QUE OBTENERLA A TRAVÉS DE INTERNET, YA QUE EL DISTRIBUIDOR DE LA MISMA EN NUESTRO PAÍS LA "PASÓ DE LARGO" Y JAMÁS FUE ESTRENADA. )
LA BÚSQUEDA DE LA PERFECCIÓN SÓLO PRODUCE VIRTUOSOS Y CADÁVERES
El Lago de los Cisnes es sin lugar a dudas una de las grandes obras clásicas de ballet de todos los tiempos. Nos relata una historia trágicamente ancestral escoltada por la esplendorosa música de Piotr llich Tchaikovsky quien realmente ha logrado trasladar a la perfección el argumento de la misma al idioma musical.
Su historia acontece entre el amor y la magia, enlazando en sus actos la eterna lucha del bien y del mal. Una atávica batalla protagonizada por el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, joven princesa convertida en cisne por el hechizo del mago brujo Von Rothbart y Odile, hija de este.
Como suele ocurrir con todas las grandes obras del ballet clásico, se suele hacer una lectura ligera, fantasiosa y hasta naif de sus relatos, cuyos contenidos parecen llevar la misma (y muy errónea) etiqueta de “cliché” como sucede con innumerables cuentos infantiles, que muy por el contrario de ese estigma minimalista, están repletas de profundos simbolismos filosóficos y esotéricos.
En la versión original del ballet El Lago de los Cisnes es condición que quien representa al cisne blanco (Odette) debe ser la misma bailarina que representa al cisne negro (Odil), o sea la representación de la misma fuerza en sus dos versiones extremas.
Este suele ser un desafío titánico para la intérprete y solo muy pocas bailarinas aceptan el reto y pueden llevarlo a cabo brillantemente dejando de manifiesto el desdoblamiento humano de una fuerza en dos.Tras haber sido testigo de la dura formación como bailarina de su propia hermana, el director DARREN ARONOFSKY quiso modificar el guión original de Andrés Heinz, que trataba de la rivalidad entre una actriz y su misteriosa sustituta, y llevarla audazmente ( pese al escueto presupuesto con el que contaba para el film y que hizo este cambio más difícil aún ) al mundo del ballet y desarrollar todo el guión de la película desde dentro de este ambiente, bajando a tierra el revés de esta trama, y logrando reflejar de manera precisa ese mítico y platónicamente perfecto mundo que lejos de ser una autopista de sueños y privilegios es un contradictorio camino de dos manos plagado de sacrificios, piquetes y peajes. Una disputa eterna (tan eterna como la del bien y el mal) entre un mundo demasiado ideal y etéreo que constantemente intenta trascender contra natura la condición de la materia y la realidad humana.
Así, aparecen con toda su fuerza, dentro y fuera del escenario “ el bien y el mal”, que no tienen escalas de valor de ninguna naturaleza salvo las que nuestra visión bidimensional y moralista les otorga, convirtiéndolos en protagonistas involuntarios de una “batalla” que establecemos entre ambos.
El bien existe por la simple razón de que existe el mal y viceversa y en definitiva ambos se reducen a una fuerza natural en constante reformulación de su propio equilibrio, cuyo corte, dualidad, coloración o división corre por nuestra cuenta exclusiva.
Esto genera una resistencia que termina por ser el alimento de aquello a lo que se resiste y lejos de transmutar lo malo en bueno solo incrementa su potencial inclinando la balanza que rige su equilibrio natural.
Profundizando en esta dualidad de apariencias, paranoia e ilusiones, el pisciano ARONOFSKY escarba dentro de la confusa fragilidad del alma humana, y para ello encuentra una aliada ideal en la geminiana Natalie Portman ( Nina ), tanto en su extraordinariamente convincente desempeño como bailarina ( donde se precisa en un mismo gesto o expresión la contundencia y la delicadeza ) como en la evolución psico-emocional de su complejo personaje.
Al principio, Nina está consagrada totalmente a la danza, muy protegida por una madre contradictoria ( Erica / Barbara Hershey ) que la ama obsesivamente pero a la vez está celosa de ella, que desea que vuele pero sin dejarla partir, que desea que triunfe aún cuando sabe que desde su peligrosamente aniñada fragilidad ( que ella ha alimentado ) no podrá manejar el éxito.Es entonces cuando aparece en la vida de Nina el personaje de Thomas Leroy ( el sagitariano Vincent Cassel ), un genial director artístico maquiavélico y bisagra fundamental del film, que sabe que el público sediento sólo bebe la sangre que se entrega sin retaceos y que la búsqueda de la perfección sólo provoca virtuosos y cadáveres.
Leroy intuye en Nina ese fuego sagrado pero también vé que está paralizada en su infantilismo, e intenta instigarla psicosexualmente para que desde las entrañas de su ingenuidad pueda surgir esa criatura oscura, sensual y peligrosa que él sabe que la habita y que hará que el público se le entregue totalmente. Nina es nombrada por Leroy como la bailarina principal en el estreno de la obra, lo cual agrega más presión a su sensibilidad y es entonces cuando aparece en escena y en su vida otra bailarina del elenco, Lily, protagonizada por la leonina Mila Kunis, una actriz ucraniana de rápido ascenso en Hollywood y que en la película le toca asumir un papel aparentemente muy similar al de su vida profesional: una mujer hambrientamente ambiciosa, insolente, vital y totalmente segura de su sexualidad. Nina y Lily se conocen y evalúan como lo hacen todas las mujeres del mundo y Nina entiende de inmediato que Lily supone una gran amenaza para ella y su puesto recién obtenido, nó por similitud sinó por contraposición: una es muy técnica y preciosa y la otra desprolija pero salvaje y espontánea. Es así como todos los condimentos de este hechizo penetran la mente de Nina, que debe encontrar antes del estreno su propia personalidad, sensualidad y libertad como mujer y como bailarina, y pagar a cada paso el precio con rebeliones, temores y la desgarrante pérdida de su idealismo infantil. Los temores son entonces los que toman el timón simbolizados en Beth ( la escorpiana Winona Rider ), una legendaria estrella del ballet que representa una especie de augurio de su propio futuro ( el miedo a lesionarse, a envejecer, a ser reemplazada como amante ) y en Lily, que amenaza apoderarse de su papel y de su vida. La mente de Nina queda tan sumergida en esa obsesiva batalla contra la paranoia que ya no puede distinguir entre la realidad y el personaje que está por interpretar en la obra: su metamorfosis a cisne-demonio está listo para saltar al escenario pero también a su camarín y a su alma.
Busca ayuda en Leroy y éste le responde con una gran verdad, pero que es incapaz de romper semejante hechizo: “tu única enemiga eres tú misma”.
Ante tal desamparo, sólo le quedará entonces buscar la perfección, aún cuando sepa que de lograrla sólo podrá existir por un glorioso pero breve y fugaz momento.
EL LADO OSCURO DEL CISNE
Técnicamente hay una única toma que no nos gustó y es donde el bailarín principal deja caer a Nina sobre el escenario ( la física de la escena no es coherente ) y en general en el film hay un cierto abuso de “cámara en mano”, aún cuando está empleada magistralmente con primeros planos que ayudan al espectador a compenetrarse con los personajes, pero el exceso le quita oxígeno, que para nuestro paladar se habría solucionado con algunas tomas más amplias.
La película tiene una trama excelente, pero en ningún momento se transforma en un thriller psicológico tal cual está promocionada, sinó más bien en un drama épico como la obra que baila a su alrededor.

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