La Clave Redonda

Las claves musicales son la constante referencial que nos permiten tomar conocimiento de la ubicación de una determinada nota musical.

Esto significa que estamos hablando de una coordenada espacial, sin la clave no podríamos dar cuenta de donde se encuentra una determinada nota en el universo pentagramal y por ende no habría forma de escuchar su sonido.
Las claves permiten discernir las notas en el espacio, son su vigía.

Por otro lado el ritmo es el concepto más básico que existe en música.
La música (que tanto necesitamos para vivir) no es más que sonido trasladandose en el tiempo, ósea, una coordenada temporal.

El registro del sonido en el tiempo se cifra mediante figuras rítmicas que permiten a su vez poder subdividir el tiempo musical.
En ésta orbe, el tiempo no se transcribe en horas, minutos, ni segundos… si no que se cifra en figuras rítmicas.

La figura primordial es La Redonda, porque representa la unidad entera de tiempo de duración de cada sonido…, en ella están contenidas todas las fracciones temporales que le proceden.

A este punto podríamos decir entonces que la clave es al espacio lo que la redonda al tiempo…, del preciso cruce de estas coordenadas surge la música, que no es más que el arte de combinar sonido y silencio a lo largo de un espacio de tiempo…., un continuo de vibraciones en el aire…

No es difícil descifrar que voy camino a una clara alusión a las relaciones humanas, todos somos una Clave para Otro y todos somos figuras rítmicas fraccionándonos en tiempos… quien logra reconocerse y reconocer al Otro en el eje adecuado, se descubre escribiendo ese continuo de vibraciones sostenidas entre sonidos y silencios.

Al igual que en nuestro lenguaje el silencio no opera como el representante de la nada, sino como presencia de una ausencia que da sentido y se expresa siendo elemento fundamental en la construcción de la pieza musical.

En este UNIverso o más bien en este BIverso el valor del espacio es directamente proporcional al sentido del tiempo.

Musical y oficialmente hablando existen 3 tipos de Claves:

La clave de SOL del latín SOLve = Desatar

Se me arma algo así como la clave del nudo.

La clave de FA del latín FAmuli = Obediencia, Sumisión

Se me arma como la clave del Deber.

Y la Clave de DO del latín Domine = Señor

Se me arma como la clave del Poder.

Como yo siempre fui rebelde con el poder, respetuosa del deber y paciente con el nudo de la cuestión, deje que mi partitura existencial fluya y encuentré su propia clave personal.

Con el tiempo descubrí que así como inagotable es la combinación de claves y figuras que se viene armando en infinitas melodías que acompañan nuestro andar, inagotables son las claves e inagotables son las figuras, y cada uno ha de saber reconocer la que le corresponde y ser agradecido y cuidadoso del hallazgo.

Mi querido Bajo, mi coordenada espacial, “MI CLAVE DE FE”, la primordial redonda se traslada en el tiempo y danza en el aire La_risa sostenida que compone la melodía de nuestra FElicidad.

Celebro hoy tu cumpleaños que es igual a celebrar tu existencia en mi vida.

Y en nuestro involuntario juego de completar lo que el Otro empieza y viceversa vaya el mejor resumen de nosotros mismos:

“Sos lo mejor que pudo pasar…y lo único que va a quedar”